Temas de Empresa & Familia

El recambio generacional en tiempos de incertidumbre

 

A partir de la pandemia, el mundo es otro. En la incertidumbre de esta nueva realidad se adelanta el proceso de traspaso generacional en las Pymes, sean familiares o no.

Hoy vamos a tomar como ejemplo la empresa fundada por Aníbal F. hace 35 años.

El éxito de la empresa se sustentó en un liderazgo muy personalista, bajo un sistema de supervisión directo en el día a día y con  personal que mantuvo sus rutinas de trabajo a lo largo de los años,  cumpliendo directivas.

Hoy la organización está en una profunda crisis, ya que nada funciona como antes.

La falta de presencialidad completa ha desmoronado el viejo sistema de control. La comunicación funciona como un teléfono descompuesto, generando una espiral de conflictos entre las áreas, y una fuerte demora en todos los procesos administrativos.

Las rutinas históricas no se logran y a la incertidumbre se suman la desmotivación del personal y una significativa improductividad.

El mundo ha cambiado, Aníbal está grande, y viene una pregunta: ¿quién va a liderar la transformación de la empresa para no quedar fuera de juego?

La organización que comanda Aníbal desde 1995, hoy no existe en absoluto.

Porque en ella primó durante años el viejo lema: “equipo que gana no se toca”. Y ese equipo que durante años acompañó todos los logros de Aníbal ya no responde.

De pronto, el virus actúa como el “cisne negro”, y con la alteración de la presencialidad todo se desmoronó, y a la incertidumbre del afuera se suma ahora la desmotivación y la baja de productividad del adentro.

 

 

¿Y dónde está el piloto?

Ocurre que el piloto está grande, y ningún copiloto o siquiera azafata se fueron preparando para transformar este avión, y menos aún con semejante turbulencia.

Por las restricciones sanitarias, Aníbal el fundador debió quedarse en casa, y se enfrentó a una delegación forzosa de buena parte de sus funciones.

Sin embargo, no ha generado hasta ahora el reconocimiento formal de un nuevo espacio, de modo de que otros tomen la posta en la organización.

¿Cómo puede sumar al copiloto, a la azafata, o al estudiante de aviación? El gran desafío frente a la complejidad del contexto es iniciar un liderazgo de otro tipo.

 

El acuerdo entre generaciones

Todo proceso de transformación comienza por sus líderes.

La nueva generación entra en escena con el gran desafío de un liderazgo compartido entre ellos, en un tiempo de gran incertidumbre.

La clave está dada en los acuerdos entre generaciones.  

Por lo tanto, Aníbal debe liderar un acuerdo entre generaciones. Porque estos acuerdos permiten establecer un marco para una convivencia armoniosa, y son
clave para evitar conflictos que dañen a la organización y a su vez preservar el bienestar de las relaciones familiares.

 

 

Algunos aspectos claves a tener en cuenta:

  1. El liderazgo compartido en contextos disruptivos demanda un esfuerzo relevante para generar consensos sobre cómo se abordan los negocios. Claramente los fundadores viven su vocación empresarial de una manera muy diferente a las nuevas generaciones.
  1. La comunicación efectiva es vital para la organización. Informar de manera clara, directa y precisa a todo el personal sobre cuáles son los cambios organizativos trae como beneficio, bajar los niveles de incertidumbre y generar una fortaleza interna para avanzar en el proceso.
  1. El tiempo es un factor clave para que el proceso siga un curso exitoso. Frente a la situación actual de pandemia donde se generó un aceleramiento en los cambios, tenemos que comprender que la velocidad del entorno exterior no suprime las etapas del cambio generacional. Estas convivencias pueden requerir de mayor tiempo, y también hay que considerar, que en estos procesos se suma el factor profesionalización de la empresa.
  1. El proceso de traspaso generacional implica contemplar no solo cuestiones técnicas, u organizacionales, sino que demanda una mirada integral sumando aspectos económicos, legales y emocionales. El Protocolo Empresario-Familiar es la herramienta efectiva para lograr estos acuerdos.

El caso de Aníbal es la realidad de muchos empresarios que, en la búsqueda de una mejor posición estratégica del juego, se encuentran ante un paso trascedente en sus vidas, para la continuidad de sus empresas y el bienestar de sus familias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Reinventar la empresa: ¿por dónde empezar?


Dice la parábola que nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces los odres se revientan, el vino se derrama y los odres se pierden; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan.”

Este relato puede representar la realidad de muchas empresas, en las que se tomaron decisiones de cambio como el caso de Fernando titular de una empresa de más de 40 años en el mercado; quien tomó la decisión de incorporar más tecnología, sin poder resolver los problemas del día a día: “Pido un informe y tengo que esperar que alguien se conecte”. “No veo la hora que todos vuelvan a la oficina y se pongan a trabajar”.

Protocolos sanitarios, nuevas herramientas digitales y el home work, fueron algunas de las salidas que comenzaron a recorrer las pymes para hacer frente a una “Nueva Realidad” que aún no termina de definirse pero que vino a cambiarlo todo.

Empresas que viven tapadas de urgencias, donde lo operativo se resuelve entre todos y hay poco tiempo para planificar, es muy tentador caer en la siguiente trampa:

Hacer de la salida de emergencia el nuevo camino, queriendo mantener los viejos esquemas de trabajo a la vez, solo traerá mayores tensiones en la empresa. Es decir, sostener el atajo utilizado sin más, con la idea de que en algún momento se volverá a lo que se conocía.

Pero ¿dónde está la trampa? Está en creer que estas salidas son temporales sin necesidad de realizar cambios profundos y transformadores que permitan a la PYME su reinvención en un mundo con nuevas reglas.

 

 

El punto de partida 

  1. La transformación digital en muchas empresas se inició de manera forzada como resultado de la pandemia, acelerando procesos que hubieran llevado varios años si el contexto no las obligaba.

El punto clave es entender que esta transformación comienza con cambios en la organización desde una nueva forma de pensar el negocio, y no con la mera incorporación de tecnologías.

  1. Cambios en la estrategia de negocio tendrán un impacto directo en la forma de operar y de relacionarnos con los clientes, con mayor interacción y aumentando las oportunidades de negocio, brindando un mejor panorama de crecimiento a pesar de los contextos de crisis.
  1. Otro aspecto esencial consiste en rediseñar la forma en que se organiza la empresa: nuevas tareas, nuevas formas de trabajo y de acompañamiento; desarrollo de competencias digitales en el personal y nuevas formas de liderarlo.

Podemos decir que la reinvención es inevitable. No solo para afrontar los desafíos presentes, sino también para crear mejores condiciones de fortaleza y adaptabilidad a un futuro difícil de imaginar.

 

 

 

 

 

 

 

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Profesionalizar una Pyme: mitos y verdades

 

Es clave saber de qué se trata este proceso y cuál es la importancia de llevarlo a cabo. Sobre todo, a partir de los nuevos contextos donde todas las empresas se encuentran replanteando qué cambios necesitan para adaptarse a las nuevas realidades.

Profesionalizar una Pyme no solo implica el desafío de enfrentar los temores que surgen en todo proceso de cambio, sino también enfrentar las resistencias que se encuentran en toda la organización, comenzando por sus dueños.

Veamos algunas de las resistencias frecuentes:

“Voy a perder el control de mi empresa”.

“Llegamos hasta acá haciendo las cosas así, ¿para qué cambiar? “.

“Tan mal no me fue”.

“No quiero llenarme de gerentes que hagan lo que ellos quieran”.

“Si meto profesionales en mi empresa, voy a perder la relación que tengo con mis clientes”.

“Me contaron que, en una empresa familiar metieron un gerente y ahora está peor que antes”.

“No quiero que mi empresa pierda su identidad, nos conocen por el trato cercano que tenemos con todos”.

A estas resistencias se suman historias que se escuchan de empresas que no arribaron a buen puerto, luego de “llenarse de gerentes” que solo pudieron agregar parches a una rueda lisa.

 

 

Pongamos luz sobre el tema y consideremos ciertos aspectos importantes:     

  • Las Pymes, familiares o no, fundadas por el sueño de una generación que ha puesto su vida para lograrlo tienen su ciclo de crecimiento, y llega un momento en el que se requieren cambios internos para que el crecimiento no se frene. Si, Por el contrario, se pretende sostener una misma forma de hacer las cosas como si el mundo se mantuviera igual, el sueño originario puede convertirse en una pesadilla.
  • La profesionalización consiste en un proceso que implica pensar la organización y la gestión de la empresa de una manera diferente, para poder establecer los cambios necesarios para la continuidad.
  • En este proceso deberán tomarse en cuenta los siguientes aspectos:
  1. Un nuevo estilo de gestión de la organización: los dueños deben cambiar su rol de líderes operativos a líderes estratégicos.
  2. Consecuentemente es necesario reasignar las funciones en la organización.
  3. Es fundamental que el sistema de toma de decisiones se base en la información y no exclusivamente en el olfato del fundador.
  4. Resulta imprescindible realizar cambios en la estructura organizativa, para la delegación de tareas y la gestión del personal.
  5. En consecuencia, con los cambios mencionados, se podrá incorporar nuevos métodos de control del funcionamiento total de la empresa.

El proceso de profesionalización, nada tiene que ver, con despersonalizar a la empresa, porque ello significaría quitar su identidad virtuosa de buenas relaciones con los clientes y cercanía con sus empleados.

Por el contrario, la importancia de este proceso está dada por las mejoras en la organización: en los procedimientos, en los sistemas, en los liderazgos, en la motivación del personal, en la productividad, en la información, de manera tal que mantenga su identidad, pero también se adapte a un mundo que ya ha cambiado.

 

  • Carina Vázquez
    Lic. en administración. Profesora UBA y ULM
    Consultora en CAPS Empresa y Familia Consultores

 

 

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