Temas de Empresa & Familia

Diez prioridades para la transición generacional en la empresa

 

Las características propias de cada negocio, de cada empresario y de cada familia hacen que las prioridades para la transición generacional presenten grandes diferencias entre sí. Poder entender las propias prioridades, y establecer un plan para satisfacerlas, es la clave para la continuidad de la empresa y la felicidad de la familia.

No hay una receta única para encarar una transición generacional.

Como se trata de un proceso complejo y de resultados que no son inmediatos, la mejor manera de afrontar el desafío es descubriendo las propias motivaciones.

No serviría de nada que un tercero le dijera al empresario lo que debe hacer, si éste está tan agobiado por sus propias preocupaciones que no tiene la capacidad de escucharlo, y menos aún de implementar las recomendaciones.

Por ello, y para que cada cual pueda armar su propio camino, planteamos a continuación diez posibles prioridades.

Identificar las prioridades significa, al mismo tiempo, descubrir qué es lo que puede estar preocupando a cada uno en el presente, con vistas a encontrar las mejores soluciones.

 

 

En consecuencia, lo invitamos a calificar cada una de las prioridades listadas del 1 al 10, donde 1 es la prioridad que avizora como más inmediata, y 10 la menos significativa, o menos aplicable a su caso concreto. 

  • Asegurarme los recursos económicos para un buen retiro.
  • Elegir a mi sucesor en la gerencia que ocupo.
  • Preparar a mi sucesor en las actividades que desarrollo en la empresa.
  • Entrenar a un grupo de personas para dirigir la empresa.
  • Organizar la empresa para que pueda mantenerse y crecer sin mi presencia
  • Generar un sistema de entrenamiento para los futuros directivos de la empresa.
  • Establecer las funciones, objetivos y responsabilidades de quienes se desempeñan en la empresa
  • Fijar mecanismos de control de gestión, para poder retirarme pero seguir informado.
  • Llegar a un acuerdo con mis hijos para evitar peleas familiares originadas en la empresa.
  • Vender la empresa

Un paso más allá

Repase sus prioridades. ¿Cuáles son sus conclusiones?

¿Hay algo que Ud. debería hacer de inmediato, en términos de comunicar esas prioridades a otras personas, darse un tiempo para reflexionar, o solicitar apoyo para satisfacer objetivos?

¿Cuál es la relación entre esas prioridades y los desafíos del día a día?

¿Es sustentable el día a día sin encarar la satisfacción de estas prioridades?

¿Qué ocurriría frente a una contingencia? (un tema de salud, o una dificultad imprevista en la actividad empresarial).

 

 

Pensar y ejecutar

No resulta positivo actuar sin reflexión, dado que se corre el riesgo de tomar medidas intempestivas, o que luego no puedan sostenerse a lo largo del tiempo.

De la misma manera, no es positivo quedarse pensando en un tema que se califica de importante, y no encarar medidas para resolverlo a lo largo del tiempo.

Los temas relativos a la transición generacional muchas veces explotan en las manos, porque hay una tendencia a postergar su definición. Lamentablemente, los desafíos del día a día reclaman tanto la atención, que nunca hay tiempo para encarar temas realmente significativos.

Entonces, puede ocurrir que un hijo no encuentre su lugar dentro de la empresa, simplemente porque nunca hubo tiempo para describir el puesto que debería ocupar;  o nadie se ocupó de entrenarlo.

O las peleas familiares pueden ocupar la escena, sin que exista una metodología adecuada para contenerlas y reconducirlas.

O, quizás, llegamos a la conclusión de que los planes de negocios no llevan a la obtención de resultados sólidos, con vistas a un futuro en el que el fundador de la empresa pueda retirarse.

Por lo tanto, resulta recomendable no actuar irreflexivamente, ni postergar decisiones que involucran valores tan importantes como la solidez del proyecto empresarial, la unidad de la familia y la felicidad de los protagonistas en cada uno de esos ámbitos.

 

 

 

¿Qué significa ser accionista de una sociedad de familia?

 

Muchos conflictos en la empresa familiar tienen su origen en el desconocimiento respecto de qué significa ser accionista, y la diferencia entre esa condición y las funciones de dirección y gerenciamiento de la empresa.

 

La sociedad anónima es una figura legal  que permite separar la dirección y gestión de una empresa respecto de la propiedad.

Por lo tanto, resulta posible ser accionista de una sociedad, sea porque se han recibido las acciones por herencia, o sea porque el titular de las acciones se encuentra retirado,  sin que ello obligue de ninguna manera a participar en el día a día de los negocios.

¿Cuáles son las funciones de los accionistas?

Los accionistas aportan el capital de la sociedad. Igualmente, lo deseable es que, una vez que la empresa está en movimiento, no tengan que volver a nutrirla de dinero, pero en caso de que fuera necesario capitalizar a la sociedad, esa es parte de la responsabilidad de los accionistas, para poder seguir manteniendo su participación en el capital de la empresa.

Los accionistas designan a quienes dirigen y administran la sociedad, lo cual implica el derecho de auto-elegirse para cumplir tales funciones.

Son los accionistas quienes aprueban la gestión de la sociedad, a través de la Asamblea Ordinaria en la que se considera el balance.

En algunas sociedades, los accionistas controlan las cuentas en forma directa. En otras sociedades lo hacen a través de una figura especialmente establecida en la ley, el Síndico.

El  sistema legal prevé la responsabilidad de los administradores, que pueden ser excluidos de su función por mal desempeño, y responden por los daños que su gestión pudiera provocar a la sociedad y al patrimonio individual de los socios. en caso de incumplimiento intencional (o sea, doloso) de su función.

 

 

¿Cuáles son los derechos de los accionistas?

  • Cobrar los dividendos,  es decir, el resultado de la distribución (proporcional a la cantidad de acciones de cada uno) cuando hay ganancias líquidas y los mismos accionistas, en Asamblea,  decidieron fijar que margen reparten.
  • En caso de aumento del capital tienen prioridad frente a terceros para suscribir el mismo porcentaje que tienen en la actualidad, respecto del total del capital (derecho de preferencia)
  • Acceder a la información (la revisión de las cuentas, la documentación para tomar las decisiones que le competen)
  • Participar en la deliberación y voto de las decisiones ordinarias, que consisten en aprobar las cuentas, aprobar la gestión de los administradores de ese ejercicio y designar a los administradores que continúan.
  • Participar en decisiones extraordinarias, como el aumento de capital , la disolución anticipada, la prórroga del contrato, la reorganización, el cambio de objeto, de nacionalidad de la sede, y la disposición del patrimonio social (esto significa, aquel desprendimiento de activos de capital de la sociedad, que excede lo ordinario).

Los compromisos de los accionistas

A su vez, los accionistas tienen determinados compromisos fundamentales, a saber:

  • Realizar los aportes a los que se comprometen por el estatuto o cuando suscriben algún aumento de capital.
  • Reintegrar los aportes cuando se han perdido en el giro de la actividad y la sociedad se encuentra “infracapitalizada”. En este caso debe aportar lo correspondiente a su participación, en un fondeo de todos los socios para recomponer la cifra del capital.

Fuera de estas obligaciones y cargas, los socios no tienen derecho-ni obligación, de intervenir en la gestión a título de socios, y si lo hacen, sería en carácter de administradores-designados por la Asamblea, o en relación de dependencia como empleados de la sociedad.

Eventualmente la sociedad puede contratar con un accionista, en las mismas condiciones que lo haría con un tercero, y  en estos casos los accionistas deberán abstenerse de participar en las decisiones vinculadas con los contratos que los involucran, por contar en el caso, con intereses contrapuestos con la sociedad.

¿Qué pasa cuando los socios son familiares, y estamos en realidad frente a una sociedad de familia, en la que el control del capital, está concentrado en una familia?.

 

 

 El caso especial de la sociedad de familia

La familia es una comunidad que  comparte historia, afectos y códigos, otorga , contención  y siempre es fuente de responsabilidades y relaciones complejas.

La característica principal de los lazos familiares es la intimidad, y esa incondicionalidad que une (o, a veces, amontona), está en la base cultural, que tiene su origen en los patrones relacionales fijados en la crianza.

En cambio, la sociedad comercial es, en el sistema legal,  un contrato diseñado desde el derecho, para personas independientes,

En el mundo familiar la individualidad puede fundirse en la comunidad. Y cuando los socios son familiares entre si, las reglas legales generalmente,  pasan a un segundo plano y el orden familiar tiende a predominar en la regulación de los vínculos societarios.

POR ESO ES INDISPENSABLE QUE HAYA UNA ADAPTACIÓN RECIPROCA, PARA QUE EVITE QUE EL ORDEN FAMILIAR SE CONVIERTA EN CAUSA DE DESORDEN SOCIETARIO.

¿Existen herramientas para esa adaptación recíproca?

                    Hay determinadas herramientas que pueden utilizarse en cada caso para que la sociedad pueda mantenerse ordenada, al mismo tiempo que se respetan las necesidades de cada integrante de la familia, y el conjunto familiar.

 

 

                                       Entre esas herramientas, mencionamos:  

  1. Las acciones privilegiadas, que son acciones con voto plural (por ejemplo, para dar más valor al voto de  los fundadores, en especial en la decisión de determinados temas que tienen que ver con su interés material o moral)
  2. Las acciones preferidas, que son acciones con ventajas para cobrar dividendos antes que las acciones ordinarias, pero que no tienen derecho a voto, salvo en circunstancias especiales.
  3. Las prestaciones accesorias, que comprometen a socios que pueden hacer algún aporte de capital diferenciado por un beneficio, sin afectar el equilibrio en las decisiones .
  4. Los acuerdos de socios que reconociendo intereses grupales o individuales diferentes dentro de la sociedad, establezcan reglas que armonicen y protejan estos intereses más allá del voto individual, organizando algunos o todos los siguientes aspectos:
    1. los espacios de información y deliberación,
    2. mandatos de representación entre socios,
    3. prelaciones en caso de venta
    4. acuerdos que impliquen asumir compromisos paralelos que  consideren aspectos más allá de la ley de sociedades, con el objeto de garantizar la vigencia del proyecto empresario,   preservar los vínculos familiares, y la calidad de vida de sus miembros.

En síntesis: es muy importante entender que el encuadre legal impone determinadas normas de conductas, que no sólo deben verse como restricciones. También pueden entenderse como herramientas para cimentar la armonía familiar y garantizar  la integridad de la empresa.

 

 

 

“Poder compatibilizar las miradas diferentes, genera una gran fortaleza en la empresa familiar”

 

Entrevista realizada a Lorena Rougier en el programa de radio “Empresa y Familia – Modelo para armar”

Lorena Rougier tiene una trayectoria muy interesante, muy variada.
Es la experiencia ya no de una empresa familiar, donde aparece una siguiente generación, sino una empresa familiar en tanto fundadora o cofundadora con su esposo.

– ¿Podés contarnos un poco  sobre las diferentes fases de tu carrera profesional y cómo te vinculaste con el ahora?

– Me parece que el giro que ha tenido mi vida en lo profesional tiene que ver con los valores o con los ejes que uno va planificando, para la familia, para la empresa, para la sociedad. En el 98 me recibí de abogada y nunca pude manejar el litigio o el conflicto de manera constructiva. No me cerraba esa idea de litigar, me parece que no aportaba, en mi caso particular.

– Tenía 22 años en ese momento, ya conocía a quien es hoy mi marido. Él ya estudiaba ingeniería; mientras él estudiaba ingeniería yo estudiaba escribanía, en el 2000 nos recibimos los dos. Y mi marido siempre tuvo un objetivo claro, él quería trabajar en relación de dependencia y después tener su propio emprendimiento, su propia empresa. Como decía al principio, también en la familia uno forja valores, que es el de acompañar al esposo, tratar de tener una familia unida, acompañar la crianza de los chicos. Entonces, cuando mi marido se recibe en el 2000, trabaja hasta 2005 en relación de dependencia y luego decidimos comenzar el camino de la empresa. Un emprendimiento nuevo, donde lo que ofrecíamos en ese momento era el diseño de máquinas para envasado y empaque. Empezamos alquilando un local, después con un socio, éramos muy poquitas personas, todas colaboraban, con muy pocos recursos económicos. Nuestra historia fue muy a base de esfuerzo, como quizás hay muchas empresas que han pasado por la misma situación. Fuimos creciendo, tenemos tres   hijas, un poco me ocupaba yo de la crianza de las chicas. Siempre con el acompañamiento de mi marido, pero él poniendo foco en el emprendimiento y yo en la crianza de las chicas y acompañándolo, por supuesto.

– ¿ Cómo se llama la empresa y qué cantidad de empleados tienen, aproximadamente?

– Desinmec Ingeniería. Hoy hacemos máquinas de envasado, de empaque.
Hoy tenemos 55 empledos aproximadamente. Hemos comenzado en 2005 siendo 5 o 6. Hoy, con 16 años, hemos crecido. Yo creo que el crecimiento fue, desde el punto de vista de clientes, desde productos y del punto de vista humano. Que por ahí es donde va mi foco. Siempre tuvimos presente forjar valores en el equipo de trabajo y crecer junto al equipo de trabajo, en la parte humana. Con la comunicación, con la empatía, con la solidaridad. O sea, siempre tratamos de estar a la altura de la necesidad de todo el equipo de trabajo. Por eso también después hice un posgrado en responsabilidad social y ambiental, justamente, para poder fijar un plan de gestión. Ya sea a nivel interno, viendo un poco la necesidad y manteniendo la comunicación en el grupo interno, en el equipo de trabajo. Y a su vez el externo también, teniendo en cuenta la sociedad donde se desarrolla la empresa. Un poco es esa la idea que tenemos de funcionar como sociedad, que cada uno ponga a disposición las herramientas que tiene, para el bienestar común. Y fuimos creciendo, lo estamos haciendo, y creo yo que eso te da una satisfacción, que después se multiplica. Porque se genera un clima de bienestar, que cada colaborador lo lleva después a su casa y esto repercute en la sociedad. Así que a ese foco fui apuntando con mis conocimientos, desarrollando habilidad y capacitándonos todos.

– ¿Y cómo es la relación de pareja en relación a la empresa?– Eso hay que trabajarlo mucho. Uno a medida que va creciendo en la vida se va dando cuenta de que hay situaciones que no se dan naturalmente, que hay que trabajarlas. El tema de la comunicación, el tema de respetar jerarquías. Porque en casa estábamos a la par, pero en la empresa mi marido es el presidente. Si bien estoy en el directorio, él es el presidente, hay una relación de jerarquía. También compatibilizar las miradas, porque él, con la formación de ingeniero y yo de abogada, tenemos miradas diferentes. El tema está en saber o aprender a compatibilizar, para tener una mirada integral. Lo mismo que con el equipo de trabajo, cada uno de nosotros, creo que como personas tenemos objetivos distintos, necesidades distintas, visiones, miradas diferentes. Pero lo bueno es aprender a respetarlas y a integrarlas, de ahí surge la fortaleza. Porque cada uno miramos a sectores distintos y después todos juntos logramos una integridad. Así que un poco por ese lado viene el tema de la relación de la pareja en el trabajo y en la familia, en la casa. Creo que es el respeto y la comunicación.

– Hasta en las mejores familias siempre hay un tema de discusión, ¿cómo son los vasos comunicantes entre lo que se discute a nivel familia y lo que se discute a nivel empresa? ¿Se llevan las cosas de un lado a otro o se pueden dejar tabicadas, de alguna manera?

– Yo creo que se debe aprender a dejar cada una en su espacio, en su entorno. Lo que es laboral, se discute en el entorno laboral, y lo que es familiar, en un entorno familiar. Me parece que uno tiene que aprender a generar el contexto y a tratar cada tema en el contexto adecuado. Es mi idea, lo que fui aprendiendo.

– Eso fui aprendiendo, no quiere decir que no me haya o no nos haya costado crisis o situaciones críticas, por supuesto. Aparte, porque también juega la personalidad de cada uno, la visión de cada uno. Sí, creo que tanto la familia, como la empresa familiar, tienen cada una sus particularidades, sus fortalezas y debilidades. Creo que lo más importante es conocer cada una de ellas, para equilibrar, para balancear.

 

 

– Últimamente estás en un proceso de cambio, ¿nos querés contar en qué consiste?

– Sí, de lo que me di cuenta, cuando estudié un poco de responsabilidad social y también con la vida, es que hay que hacer acciones, para la sociedad, para el equipo de trabajo. Y también hay que comunicarlas, porque de esta manera se genera un efecto multiplicador y siempre está la persona, la organización, que puede colaborar, que uno le aporta una idea y puede llevar esa idea a su ámbito de trabajo. Pero es importante, para esto, comunicar lo que uno hace. Entonces, yo creo que asesorando a otras empresas familiares, en principio porque es donde yo tuve experiencia, donde fui aprendiendo. Se pueden hacer acciones, replicar acciones, a nivel social y ambiental. Es como que la práctica o lo que estuve aprendiendo en Desinmec, ofrecerlo a otras empresas, porque por ahí se pueden hacer acciones en conjunto. Y siempre mirando el bienestar común, el crecimiento como persona o como profesional también y dar lo mejor de cada una, ser un puente, para que otro pueda desarrollarse. Entonces, por eso, junto a un socio, licenciado en administración de empresas y también especialista en coaching organizacional, empezamos a ofrecer estos servicios. Con esta idea de multiplicar efectos y mejorar el clima de trabajo, tomar conciencia del respeto por el medioambiente, de la importancia de la responsabilidad social, a nivel interno, en una organización y también en una sociedad. Y después, como fui aprendiendo en una empresa familiar, he estudiado, he leído libros sobre empresas familiares y creo que puedo hacer también mi aporte. Siempre mirando de crecer en armonía, la empresa y la familia.

– ¿Cómo ha sido el impacto de la pandemia en la zona de San Carlos?

– A nosotros particularmente creo que fue una situación que me llevó a plantear todo esto de lo que estamos hablando. Como le ha pasado a todos, de un día al otro no pudimos trabajar más, no pudimos asistir a la empresa. La recorríamos mi esposo y yo y ahí es como que tomamos conciencia de la importancia de que todos estemos bien como equipo de trabajo, de profundizar la comunicación, la amabilidad, la solidaridad. La veo desde ese punto de vista a la pandemia. Si de alguna manera se puede decir que tuvo un efecto positivo, con el mayor respeto digo esto, es en que pudimos detenernos un tiempo, ver dónde estábamos parados, ver el equipo de trabajo que nos acompañaba y lo importante que era. Entonces, una vez que tuvimos la autorización para seguir trabajando, fuimos todos diferentes. Creo que cada uno tomó conciencia de eso, de la importancia del compañerismo, de la amabilidad con el otro, del respeto, de estar comunicados, de estar viendo qué le pasa al otro. Creo que nos hicimos fuertes en eso, muy fuertes. Y también un poco este planteo mío, de ofrecer mi conocimiento, mi experiencia en otras empresas, para tratar de mejorar el clima de trabajo y ser conscientes de esto, de la importancia de un equipo de trabajo humano, con valores.

 

 

– Entre tus propuestas hay algunas dirigidas a las dependencias del Estado nacional o provincial. Es algo que no suele incluirse dentro de la consultoría. ¿Vos qué estás detectando que puede aportar tu experiencia en esas áreas?

– Yo lo que estoy detectando es dirigido a la industria, que es en el ámbito donde uno está más en contacto con el sector público. Y estoy detectando que el sector público está interactuando mucho con el sector privado. Y, como decía al principio, esto de tener miradas distintas y saber compatibilizarlas, da una fortaleza impresionante, porque uno puede tener una mirada integral sobre un tema. Veo que se puede interactuar muy bien, porque la mirada en el sector público sabemos que es muy diferente a la del sector privado. Pero si se busca un objetivo común, que es en el caso de nosotros, que estoy hablando de industria, apoyar a las industrias, a los emprendedores, justamente, para buscar un desarrollo de la economía regional. Me parece que si trabajamos lo público y lo privado con ese objetivo, se pueden lograr grandes cosas, porque justamente se tendría una visión integral de la necesidad de cada sector y qué herramientas tiene cada sector para contribuir a ese objetivo.

– ¿Y qué efecto tiene este cambio tuyo en relación a la organización de la empresa? ¿Se siente tu apartamiento, tu alejamiento o es algo que se puede manejar de taquito?

 – No. Yo lo planteo como compatible. Sería en el sentido de que no me alejaría de Desinmec, porque es la organización que me enseñó o me formó profesionalmente. Es un poco parte de nosotros, de la familia, porque nuestras hijas han nacido con la empresa. Si les estoy enseñando valores, tiene que ver con esto, con la unidad familiar, con la unidad en la empresa, con el esfuerzo. Lo planteo como caminos que se pueden transitar en forma pareja o a la par. 

*** Lorena Rougier es integrante de la dirección y cofundadora de Desinmec, una empresa de San Carlos, provincia de Santa Fe y también consultora en temas que tienen que ver con coaching organizacional.

 

 

 

SINMIGO – Ideas para un plan de salida de la empresa familiar

En 1973, un candidato que intentaba demostrar que no era personalista, inmortalizó una expresión, cuando dijo: “conmigo o sinmigo”. Hoy la evocamos, para pensar en el plan de salida en la empresa familiar.

 

 

La generación denominada “tradicionalista”, compuesta por aquellas personas nacidas antes de 1947, suele usar expresiones como “de aquí me van a sacar con los pies para adelante”, o “yo voy a morir con las botas puestas”, como modo de reafirmar que no sólo están involucrados “full time” con su empresa o su cargo, sino que su involucramiento es “full life”.  .

Estas frases hablan del fuerte compromiso de esa generación con sus tareas y con sus responsabilidades, pero también, habla de una fuerte desconfianza: la casi certeza de que nadie podrá hacer las cosas bien, si no es uno mismo.

Esa desconfianza se realimenta por la resistencia de quienes así piensan, a entrenar a otras personas, y a establecer procedimientos por escrito, que puedan ser cumplidos y evaluados.

Por lo tanto, como todo termina siendo una improvisación permanente, sólo el talento, la iniciativa y la capacidad de respuesta de algunos elegidos nos permite evitar el desastre.

¿Es, efectivamente, así? ¿Sólo los que tienen ese compromiso, y esa actitud, son los que pueden mantener viva la organización frente a los más graves desafíos?

En realidad, si no hay una política de entrenamiento hacia los continuadores, si no hay pautas claras de lo que deben hacer y modos de monitorear cada uno de los procesos, esa idea de que “sin mí nada es posible” se convierte en una profecía autocumplida.

Cada generación tiene su propio enfoque respecto del trabajo, desde el ya mencionado  de la generación tradicionalista “a mí me van a sacar (de la empresa) con los pies para adelante”, al que guía a la generación baby boomer  “trabajo duro para comprar mi tiempo futuro”, o el concepto propio de los millenials: “tengo que trabajar sólo en lo que me guste, y haciendo lo que me da placer”.

 

 

 

LO QUE NECESITA LA EMPRESA

Sin embargo,  más allá de las miradas individuales o generacionales, las organizaciones requieren que los líderes preparen a sus continuadores, para poder dejar sus lugares de una manera organizada y pautada. Sólo en base a estos requisitos puede producirse el crecimiento organizacional.

Para la empresa no es indiferente que un líder  tenga conciencia de su condición transitoria (aunque sea, de muchos años) a que crea que las cosas siempre van a ser como son ahora (es decir, que niegue el paso del tiempo y su propia condición de mortal) o, por el contrario, que esté convencido de que la organización está condenada el día de que no pueda contar con su participación, creencia que se resume en la frase: “después de mí, el Diluvio”.

Por lo tanto, cuando analizamos las fortalezas y debilidades de una organización, la actitud de los líderes actuales frente al futuro constituye un dato relevante.

La organización no es sólo la que produce un bien determinado, o brinda un servicio, sino que consiste en la articulación de talentos y saberes para poder continuar a lo largo del tiempo. Concebirlo de esta manera nos permite encontrar los mecanismos adecuados para lograr las 3 “c” de la organización, que vienen de la mano: 

    • Consolidación
    • Crecimiento
    • Continuidad

Entonces, mi primera observación es que resulta necesario adaptar la propia mirada y los propios valores a lo que necesita la organización, porque de lo contrario incurriríamos en conductas basadas exclusivamente en satisfacer nuestro ego, pero, al mismo tiempo, perjudiciales para la institución. 

EL BENEFICIO PARA LAS PERSONAS

Comprender que no podemos perpetuarnos en un cargo porque eso perjudica a la organización con la que estamos involucrados puede interpretarse como un límite externo.

Así como, aunque estemos muy apurados, no podemos circular a 150 kms por hora (porque nos detendría la Policía, y eso generaría una demora mayor) o no podemos empujar al que está adelante nuestro en la fila, porque generaría la reacción de todos los presentes, debemos comprender que lo que requiere la organización es que en algún momento cada cual pueda tomar distancia, y ver la realidad desde otra perspectiva, porque el día a día debe quedar en manos de los continuadores.

Y esta limitación (a veces, resistida) nos da la posibilidad de valorar cómo un cambio de rol, un cambio de perspectiva, un avance organizacional para no tener que seguir sosteniendo nosotros todo el edificio, nos permite crecer y satisfacer expectativas personales.

 

 

La propia vida es una oportunidad para interactuar con los otros, para hacer el bien (incluso, alejados de nuestra práctica profesional o laboral habitual) y obtener placer disfrutando de momentos que nos gratifican, o liberando pasiones y talentos que a veces están disimulados por nuestro compromiso cotidiano con nuestras labores habituales.

Los fundadores y líderes de empresas familiares que comprenden este concepto, tienen la mejor disposición para formar a sus continuadores, y dedicar sus días a prácticas y proyectos que los gratifican personalmente, y, muchas veces, dan más valor a la propia empresa familiar.

En definitiva, poder disfrutar de la tranquilidad de que las cosas sigan funcionando “sinmigo”

 

  COMENTARIO DEL AUTOR.

Queridos amigos y amigas, lectores, clientes pasados, actuales y futuros, colegas, miembros de CAPS Consultores:

Este artículo no es neutral. Por el contrario, recurriendo a mi formación de abogado, diría que “me comprenden las generales de la ley”.

Soy un convencido de que las organizaciones crecen cuando sus líderes toman distancia, y estoy determinado a llevar esas ideas a la realidad: estoy empezando un viaje de tres meses por Europa, que me llevará a visitar viejos amigos en España e Italia, a recorrer Alemania, Austria y Chequia, y descubrir lugares que hasta ahora nunca había visitado, como Hungría, Croacia, Grecia y Turquía.

Por lo tanto, si bien voy a seguir al tanto de todo lo que ocurre, durante este tiempo no voy a trabajar activamente en ningún proyecto, sino que me dedicaré a observar activamente cómo funciona la organización “sinmigo”.

Alguna vez titulé un artículo, con una intención fuertemente irónica, “Se busca un gurú para que nos enseñe a trabajar en equipo”. Ciertamente, un gurú es alguien que hace de su talento individual el eje principal de su práctica, y por lo tanto no es un gurú el personaje más indicado para lograr que un equipo funcione.

De la misma manera, siendo que el Exiting (el proceso de salida del titular de una empresa u organización) es un componente importante de los servicios profesionales que ofrecemos en CAPS Consultores, está bueno que el Fundador pueda dar testimonio directo y real de que el Exiting es posible, que simplemente debe tener audacia, paciencia y determinación para poder ejecutarlo…obviamente, después de haberse rodeado de gente talentosa y comprometida, para que podamos cumplir de la mejor manera nuestra misión: “cuidar el futuro de empresas y familias con historia”.

 

 

 

 

 

 

Claves para el éxito de las empresas familiares y emprendedores en tiempos de crisis

Artículo publicado el 15 de Marzo en A24Pymes

Desde el Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF), analizaron los puntos clave que deben conocer las Pymes, emprendedores y empresas familiares para enfrentar los desafíos de la economía argentina en la actualidad.

Las empresas familiares, Pymes y emprendedores enfrentan una serie de retos únicos que requieren una gestión cuidadosa, estratégica y específica. Con el objetivo de brindar orientación y herramientas para afrontar estos desafíos, diversos expertos detallan las claves para encontrar el éxito en medio de la crisis económica que enfrenta la Argentina.

Por un lado, la presidenta del Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF), Natalia Christensen, ofreció sus consejos para empresarios y emprendedores que buscan desarrollar sus empresas en la Argentina actual. En ese sentido, destacó la importancia de tener una visión clara del negocio, definir el tipo de empresa deseada, el producto o servicio a ofrecer y su público objetivo.

Además, la especialista enfatizó en la necesidad de una planificación financiera sólida, especialmente en un contexto donde los créditos son escasos y costosos. “Es imprescindible tener en claro la visión a largo plazo, pero las medidas de corto plazo son clave para hacer el proyecto sustentable”, señaló Christensen; y agregó que se deben “establecer metas alcanzables y objetivos financieros realistas para avanzar progresivamente hacia el éxito empresarial”.


Pymes y emprendedores: recomendaciones para prosperar en contextos desafiantes

Por su parte, el director del Registro Consultor de Empresa Familiar Certificado (CEFC) del IADEF, Leonardo Glikin, repasó 5 consejos para Pymes, emprendedores y empresas familiares que buscan adaptarse a la realidad económica del país y prosperar en este contexto dinámico:

  • Identificar el público objetivo: dada la actual disminución en el poder adquisitivo de una parte importante de la población, es crucial definir claramente a qué segmento de mercado se dirige el producto o servicio de la empresa. Evaluar si este público objetivo tendrá la capacidad de pagar en el corto, mediano o largo plazo es fundamental para el éxito comercial.
  • Reconocer la trayectoria y vocación de continuidad: las empresas familiares, con su legado de valores y experiencia, tienen una ventaja en términos de sustentabilidad en comparación con los emprendimientos nuevos. Es esencial reconocer y aprovechar esta trayectoria para seguir adelante hacia el futuro.

 

 

  • Innovación y replanteamiento: en tiempos de cambio, la imaginación y la capacidad de replantearse los negocios son esenciales. Glikin sugiere considerar nuevas formas de hacer las cosas, alejándose de los modelos tradicionales y adaptándose a un entorno en constante evolución.
  • Aprender del pasado: mirar hacia atrás, específicamente a la década del 90, puede proporcionar insights valiosos sobre cómo enfrentar los desafíos actuales. Identificar a los ganadores y perdedores de esa época puede ofrecer lecciones importantes sobre cómo navegar en un entorno empresarial cambiante.
  • Aprovechar los servicios de consultoría: en la actualidad, el acceso a servicios de consultoría empresarial y de empresa familiar es más amplio que nunca. Esta disponibilidad de asesoramiento experto y procesal puede ser fundamental para guiar a las empresas en la implementación de cambios necesarios para garantizar su sustentabilidad.

 

 

 

El rol del consultor externo en la empresa familiar

“El consultor externo te va a entregar información, te va a entregar opciones, o historias de casos similares a los tuyos. Pero la decisión la tiene que tomar la familia” 

 

Entrevista a Guillermo Salazar, experto venezolano radicado en EE.UU., quien da detalles sobre los dos libros que ha publicado recientemente: «Triunfa con tu empresa familiar» y «La sucesión».
33° programa de “Empresa y Familia – Modelo para armar”, conducido por Leonardo Glikin y Carlos Liascovich.

Guillermo Salazar: La idea de este libro surge porque a raíz de todo este tema de la pandemia, el año pasado, me vi con un tiempo entre mis manos que, la verdad, no contaba. Siempre estuve deseando ese tiempo, para sentarme a escribir una guía para que aquellas familias empresarias que no quieren o no pueden contar con un consultor, tuviesen una referencia, para ir paso a paso, definiendo sus reglas de funcionamiento. Lo que hice fue, precisamente, tratar de encontrar una manera de que el lector se pudiese identificar fácilmente y pudiese dejarse llevar paso a paso con lo que entiendo yo que es una metodología que puede ayudar a una familia empresaria, primero, a mejorar sus relaciones a través de una comunicación más eficiente. Segundo, a definir un propósito de lo que es esa empresa que han creado. Y finalmente, a redactar las normas de la convivencia alrededor de ese proyecto empresarial. Así que esa fue la idea y el por qué surgió esta iniciativa.

Carlos Liascovich: Yo lo que encontré muy interesante a lo largo del libro es que la clave está en el camino, más que en el resultado. Es decir, el proceso de sensibilización lo llamás vos, de generación de la necesidad y de la comprensión del porqué de un Protocolo, me parece que es gran parte del espíritu del libro.

GS: Sí, esa era justamente la idea, Carlos. El hecho de que hay un producto bastante conocido a nivel comercial en la consultoría, que es el Protocolo Familiar, yo lo quise de alguna manera presentar desmitificando que esa es la solución. Al final sí el libro cuenta con una plantilla, en la que vas a incluir las diferentes variables con las que has estado trabajando la metodología, tienes tu guía para redactar el protocolo llenando casillas en blanco. Pero cada casilla tiene una historia por detrás, que voy presentando dentro del libro como una secuencia de preguntas que se tiene que ir haciendo el lector, para poder responder lo que adecuadamente en su caso tiene que ir en esa casilla.

Leonardo Glikin: Ahora, ¿no existe el riesgo de que la persona dominante en ese grupo familiar tome la manija, por decirlo gráficamente, termine haciendo un protocolo a su medida, que no represente al resto?

GS: Sí, por supuesto. De hecho, el libro, el primer capítulo, tiene un manual de cómo leer el libro y cómo utilizarlo. Lo primero que dice es: “Tienes dos opciones, una es o lo haces tú, por tu cuenta, imaginando lo que los otros están pensando, lo que los otros quieren. O, lo que te recomiendo, es compartir este libro con los demás y haz el ejercicio en forma conjunta y cada uno de los ejercicios, de los ciclos de pregunta, tiene la variante individual y la variante compartida. Entonces, sí, te puedes valer de eso para proponer un documento, pero es un documento que tendrás que, eventualmente, validar con el resto de las personas. Entonces sí, el riesgo está, pero la responsabilidad te la entrego también.

LG: Una de las cosas que yo aclaro es que, aunque haya un abogado, un contador, un licenciado en administración en la familia, lo ideal es que haya un consultor externo, que pueda mantener neutralidad y que pueda ver cosas que son emergentes y que en el marco de la familia no se llegan a ver o no se llegan a legitimar.

 

 

GS: Así es. Es que yo creo que, justamente, la virtud que tiene cualquier ejercicio de la creación de un protocolo familiar, está en el colectivo, en el hecho de que podemos encontrar puntos en común, que nos satisfacen a todos por igual. Obviamente, eso requiere una dosis de objetividad y de imparcialidad, que ningún miembro interno puede garantizar. En todo caso, siempre habrá algún conflicto de intereses por deseos individuales. Entonces sí, en el libro propongo, he tratado de seleccionar esos puntos difíciles en los temas medulares. Ahí sí, sugiero que este tema en particular lo pueden intentar resolver ustedes. Pero definitivamente, aquí les sugiero que, si está dentro de sus posibilidades, contacten a alguien que pueda brindar esa visión neutral que necesitan para garantizar un beneficio colectivo de un nivel satisfactorio.

CL: Claro. Porque forma parte de la definición del programa, “Éxito empresarial y armonía familiar”. De lo que se trata es, no solamente de triunfar con la empresa, sino de que la familia también salga, no sé si igual a como entró, pero no estallada, sino unida y armónica, de alguna manera.

GS: Sí, de hecho, el término “triunfo” fue algo que estuve reflexionando mucho. Porque inicialmente pensé que quizás un gancho de atracción del lector hacia el libro sería el éxito o garantizar el éxito. Pero con el tiempo me he dado cuenta que el éxito es una palabra muy difícil de definir. Es relativamente dependiente del punto de vista de cada quien y al final de cuentas es una decisión personal.

CL: Claro, lo que es éxito para uno, puede ser para otro un demérito, o un problema.

GS: Sí. Triunfo lo vinculo más con esa sensación de satisfacción que te puede quedar luego de que terminas un proceso y sientes “misión cumplida, lo he logrado. He llegado hasta este punto, ahora tengo nuevos retos”. Por eso, trato de distinguir muy bien que esa palabra triunfo tiene más que ver con el hecho de que has podido dar un paso en la evolución de tu empresa familiar. Y que, si sigues una metodología, puedes llegar a un cierto punto, en el que mirando hacia atrás puedes decir: “bueno, lo he logrado, hemos podido resolver algunas cosas”. Tengo la sensación de satisfacción, que la vinculo al triunfo, pero el éxito, no estoy seguro de qué sea eso.

 

 

Ya hemos hecho diferentes presentaciones, en diferentes foros. Hay un webinar en particular, que le he puesto el título de la colección a la que pertenece el libro. Que pertenece a la colección “Construyendo puentes”, de editorial Legeris Books, es una editorial que está dedicada exclusivamente a libros para empresa familiar. Construyendo puentes se encarga de, precisamente, contar cuáles son esos tres pasos principales para poder redactar el protocolo familiar, basado en la metodología que aparece en el libro. Las próximas presentaciones, para quienes estuviesen interesados, los invitaría a suscribirse a mi newsletter, en la página “guillermosalazar.com”. Ahí podrán encontrar las próximas presentaciones. Y, sí, definitivamente, la parte interactiva es muy importante para poder poner en marcha una cosa tan ambiciosa como esta.

CL: Y, Guillermo, está también tu otro libro, que es mellizo de este.

GS: Sí, el libro se llama “La Sucesión”. Es un libro que enfoca de una manera bastante teórico-pragmática, contrastando ambos esquemas, el proceso de la sucesión como tal. En el libro anterior, “Triunfa…”, la sucesión se nombra, porque es una parte inherente a la empresa familiar, pero no se profundiza, porque he tratado de dejarlo más vinculado al hoy de la empresa familiar. En “La Sucesión” sí empezamos a hablar de proyectos de futuro, que están vinculados con ese traspaso generacional. Ese libro es, de hecho, la versión libro de un curso que ha sido muy popular, donde lo he podido colgar. Es una versión que ya tiene unas más de 100 mil descargas, en diferentes plataformas, sobre cómo entender los diferentes modelos que nos explican cuál es ese proceso de sucesión. Y viene aderezado con ejemplos, con preguntas típicas de las familias hacia los expertos y con casos que ilustran cómo se han dado algunas situaciones, que se han resuelto, digamos, de una forma bastante satisfactoria. Así que ese en particular está dedicado al proceso de la sucesión como tal.

CL: Sí, es un tema mucho más específico y el libro, aunque sigue siendo un libro muy accesible y didáctico, para cualquier lector que se acerque a él, profundiza en esta etapa de la empresa familiar.

LG: Guillermo, vos recorrés varios países, además, en tu función de líder del Family Firm Institute, conocés empresas familiares de diferentes culturas y de diferentes regiones. ¿Qué podrías decir de las diferencias entre unas y otras? Una empresa familiar europea, una empresa familiar de Estados Unidos, una empresa familiar de latinos en Estados Unidos o en otros países de América.

GS: Bueno, hay muchas sutilezas, que le dan una pátina de identidad a una empresa familiar en un país o en una trayectoria cultural que es ajena al entorno inmediato. Pero yo he tenido muchas experiencias, como dice Leo, me han pasados muchas cosas muy curiosas, pero diría que al final, en esencia, las familias tienen un comportamiento muy similar, en cuanto a la transmisión de la historia, de la información, los temas jerárquicos, los vinculados a la aplicación práctica del amor y el afecto en familia. Son constantes que identifico como una invariabilidad en cada cultura. Pero luego hay unos aspectos que tienen que ver con el rol materno, el rol paterno. Sobre todo, de cara al exterior de la familia. La capacidad de compenetración en la familia, la flexibilidad de la relación… Cohesión y flexibilidad son variables que van cambiando, a lo largo de diferentes puntos geográficos. Pero me pasan cosas curiosas. Por ejemplo, hace un par de semanas me contactó una familia de origen indio, que viven en Los Ángeles y tienen una fábrica de ropa. La mayoría, diría que el 90% de la plantilla que tienen en la fábrica, son mexicanos. Me dicen que a ellos les gustaba lo que yo les contaba, porque encontraban que nosotros los latinos somos muy parecidos a los indios. Tenemos culturalmente similaridades en cuanto a los temas de valores familiares, más que en las familias anglosajonas. Por eso ellos les gustaban los mexicanos, les gustaba que yo hablara con ellos, porque lo veían muy similar. A mí eso me pareció relevante, porque nunca me hubiera esperado una comparación de ese tipo, con una cultura que es tan diferente, en principio, a la nuestra, a la latina. Eso te va dando algunas pistas de que estamos constituidos de alguna manera con los mismos elementos, pero en la superficie siempre vamos a encontrar esas diferencias, que nos dan esa identidad y que nos permiten diferenciarnos del resto.

 

 

CL: En el libro “La Sucesión”, me pareció bien interesante cuando te referís a los diferentes órganos de gobierno. Porque observé que hay como una posibilidad de amplitud de diferentes órganos de gobierno, para sumar a los distintos integrantes de las familias empresarias.

GS: Así es. Y todo viene dado en relación directamente proporcional a la complejidad que tenga un sistema de empresa familiar. Cuanto más compleja, mayor estructura necesitas. ¿Dónde está el problema? Que en ocasiones podemos cometer el error de meterle más estructura a una complejidad que no lo necesita. O, por el contrario, ante una complejidad alta, quedarnos conformes con uno o dos elementos que no son suficientes para manejar las necesidades que tiene el sistema. Entonces, a medida que se va haciendo complejo, y cuando hablo de complejidad no me refiero a complicación, son dos términos diferentes. La complejidad implica muchas variables y muchas interacciones. Dos o tres generaciones, o incluso hasta cuatro generaciones conviviendo. Patrimonios muy diversificados, estructuras empresariales de bastante tamaño. Ese tipo de estructuras necesita, obviamente, un enfoque de un tamaño y una complejidad mucho mayor que una pyme. Para una pyme no justifico que tengamos que crear un directorio con directores externos, porque la estructura no lo soporta. Pero sí puedes crear un foro donde se tomen decisiones estratégicas, donde las partes interesadas puedan poner sobre la mesa una agenda y tratar de hacerle seguimiento a los puntos que quedan. Eso es suficientemente profesional para una estructura de ese tipo.

LG: Tu carrera de grado es la arquitectura, así que estamos hablando de algo que tiene que ver con esa formación originaria, ¿no?

GS: Absolutamente. De hecho, uno de los libros que estoy escribiendo y que espero publicar en el mediano plazo, porque es un proceso al que le estoy poniendo mucho detalle, trata de cómo la analogía de la disciplina arquitectura tiene suficientes recursos como para entender esa complejidad del sistema de empresa familiar en base a entender las funciones del orden, el espacio y la forma. Que son los elementos básicos con los que los arquitectos construimos y cómo eso es lo que hace un consultor cuando trabaja con una familia empresaria, crear los espacios para la comunicación, poner orden en la jerarquía y en la transmisión de información y darle forma específica, en cada caso, a cada empresa familiar. Así que para mí tiene toda la coherencia y la relación directa.

LG: En estos tiempos en la Argentina, en que hay un desánimo importante, hay muchos jóvenes, algunos de ellos de familias empresarias, que están pensando en emigrar. Generalmente, los países más elegidos, suelen ser Italia, España y Estados Unidos. Y yo me pregunto cuál es la viabilidad de establecer empresas familiares en esos ámbitos. Desde tu lugar, porque vos trabajás en Estados Unidos actualmente, creo que sería muy interesante que compartas alguna reflexión sobre el tema.

 

 

GS: Bueno, vivo en Estados Unidos, pero he vivido muchos años en España, he sido inmigrante. Originalmente soy de Venezuela, pero tengo ya muchos años fuera del país. Yo vengo de una familia empresaria venezolana, del área de la construcción, y la carrera que he desarrollado fuera de mi país no tiene nada que ver con la construcción, estoy desde hace más de 20 años dedicado 100% a la consultoría de empresas familiares. Si estás desanimado, lo vas a tener más difícil. Está bien que dentro del entorno en el que estás, veas que las posibilidades se están cerrando… Te lo dice un venezolano, o sea, yo sé lo difícil que es. Yo sé lo difícil que es el querer surgir con tu propio emprendimiento en una situación en la que los factores no te ayudan. Pero emigrar tiene sus pro y sus contra. Llegar al final a crear una empresa, donde tu networking es casi nulo, donde tu crédito es inexistente y donde la lectura que tu hagas del entorno no tiene la misma agudeza que tu competencia, es muy complicado… eso sí es para desanimarse. Cuando tú intentas una y otra vez abrir un bar, poner un negocio y te das cuenta de que hay cosas que no terminas de entender, es parte de la curva de aprendizaje. Es un reto. A ver, emigrar es difícil, quedarse en tu país es difícil. Las dos cosas siempre van a tener su pro y su contra. ¿Dónde veo yo la solución a cualquier inquietud de este tipo? Que hagas lo que realmente te apasiona, aquello que tus sueños te guíen y en lo que crees. Eso es lo que al final te va a permitir triunfar, en Argentina, en Italia, en España, donde sea. Esa es la única cosa que he visto yo que te garantiza una trayectoria en la cual, cuando regreses la mirada a tu origen, digas “creo que lo logré”. Pero, si no estás persiguiendo tu sueño, ese desanimo te va a acompañar en todos lados, lo vas a llevar en la maleta, lo vas a tener pegado al pasaporte. Eso no lo puedes evitar. Así que…persigue tus sueños, es lo único que te puedo decir.

LG: Creo que es muy profundo, creo que es tu caso. Y me gustaría saber si hay otros casos en empresas familiares, tanto en España como en Estados Unidos, que provengan de inmigrantes, de países como la Argentina o como Venezuela, que puedas contar un poco como ejemplo.

GS: Sí, hay muchísimos. Conozco, de primera mano, gente que se ha abierto camino en España, conozco argentinos que les ha ido muy bien en España, venezolanos también. En Florida también, mucho. Mucho inversor, que ha encontrado una fórmula para seguir adelante. Creo que el secreto de esa gente es que se adaptan muy rápidamente al entorno, dejan la nostalgia en el lugar que les corresponde, no te digo que renuncien a su origen, pero sí es gente que en vez de estar leyéndose el Clarín todas las mañanas, empiezan a leer el Miami Herald. Entienden que el entorno les está exigiendo una dimensión de entendimiento inmediato. No cargan esa cruz de “yo soy inmigrante, pobrecito”. No. Es gente que entendió cuál era el reto y están a la altura de ese desafío. Y sí, hay muchos… Estados Unidos es un país hecho por inmigrantes, es un país de oportunidades. Y aquí, donde vivo yo, los mexicanos que han podido tener una trayectoria empresarial ejemplar, son cientos de miles de personas vinculadas a estos emprendimientos. O sea, sí se puede, pero tienes que tener muy claro el reto que tienes delante y dónde estás pisando. Y dejar atrás esa nostalgia, que muchas veces nos acompaña como inmigrantes, pero que tenemos que saber dónde corresponde eso en nuestro corazón.

 

 

CL: Hay un apartado que me pareció orientador. En el capítulo 17 de tu libro decís el rol del consultor. Y la pregunta que dispara el capítulo es si los Rolling Stones se mantuvieron unidos por la presencia de un psicólogo, a diferencia de los Beatles, que se separaron porque el grupo estalló en mil pedazos. Mi pregunta es: el consultor, ¿es ese mago que resuelve todo o qué tiene que tener la familia empresaria para que el consultor sea una ayuda y no sea visto como un mago?

GS: Eso me pasó, esa pregunta que me hicieron. El ejemplo de los Rolling Stones y el ejemplo de Les Luthiers, ellos se dieron cuenta en algún momento de que solos no podían resolver una situación de conflicto interno y recurrieron a un externo. ¿Qué es importante en ese caso? Que entiendas que ese rol es un rol de guía, que ese consultor o ese guía no te va a dar la solución. El guía te va a entregar una información, te va a entregar opciones, historias de casos similares a los tuyos, pero la decisión la tiene que tomar la familia. Si una familia entiende que esa es su función y que la guía le está dando un camino que la propia familia tiene que recorrer, ahí sí, te digo que estamos entendiendo cuál es el verdadero rol del consultor. ¿Dónde veo yo que hay problemas en familias, que de alguna manera le entregan ese poder a un externo? Al momento que ese poder no les dé esa solución que les satisface, obviamente, el consultor es el culpable y es al primero que van a echar del sistema y la situación va a estar peor que cuando empezaron. Es importante que las familias entiendan que el guía no se puede hacer responsable de las decisiones, pero tiene las claves para que tú mismo puedas resolver esas preguntas.

CL: Muchas gracias. Estuvimos conversando con Guillermo Salazar, fundador y gerente general de la consultora Exaudi Family Business.

LG: Sí, creo que es un material riquísimo para la reflexión de las familias empresarias, en sus diferentes niveles. Familias con más patrimonio o con estructuras más complejas. O las familias que, teniendo estructuras menos complejas o menos patrimonio, se dan cuenta de que algo tienen que hacer, para lo que decimos siempre, la felicidad familiar y el éxito de la empresa en la que están comprometidos.

 

 

 

El respeto como valor en la empresa familiar

 

“No hay nada más despreciable que el respeto basado en el miedo” Albert Camus

 Cuando trabajamos los valores de la empresa familiar, la palabra “respeto” aparece muy frecuentemente.

Puede referirse, a veces,  al trato respetuoso entre las personas que componen la empresa y la familia; otras veces, se refiere a la consideración particular que merecen las generaciones mayores; en otros casos, el eje central está en el compromiso de todos de hacer lugar a diferentes ideas, aunque no sean coincidentes con las propias.

¿Por qué el respeto ocupa un espacio tan significativo en las empresas familiares?

Como dice Carlos Dumois  (“el respeto en la empresa familiar” https://www.noroeste.com.mx/colaboraciones/el-respeto-en-la-empresa-familiar-FE1897676) el respeto “consiste en valorar a los demás, considerar y reconocer la dignidad de cada persona como tal. Respetar es tomar en cuenta al otro y no pretender anular o pisotear sus derechos”.

Y agrega: “el respeto es la base fundamental de la convivencia. Les corresponde a los líderes crear una cultura de respeto en la empresa y en la familia”.

 

 

¿Puede ocurrir que el respeto no sea un valor consensuado por la familia empresaria?

Nos ha ocurrido tener que intervenir en situaciones familiares donde la violencia verbal, y hasta física, es una posibilidad latente, y a veces, más grave aun, es una constante.

Generalmente, se trata de organizaciones en las que lo importante es “tener razón”, pero, la pregunta es: ¿quién decide que alguien tiene razón? Entonces, rápidamente, se evoluciona desde el eje de “tener razón” al eje de tener el poder, que termina siendo la fuente (desde ya, falsa) de la razón.

Cuando las malas prácticas están muy establecidas resulta difícil sobreponerse a ellas. A la corta o a la larga, quien ejerce el poder se va a sentir cuestionado, y frente al riesgo de perder el poder, va a terminar despidiendo a los profesionales involucrados en tratar de modificar la situación.

Hay, muchas veces, una “matriz del maltrato”, que lleva a que los protagonistas de una empresa y/o una familia en particular crean que esa es la única manera posible de relacionarse.

 

 

¿Cuáles son las consecuencias de la pérdida del respeto?

La pérdida del respeto lleva, inexorablemente, a situaciones de maltrato, y, en muchos casos, a situaciones de violencia.

El malestar que se instala en las comunidades donde el respeto no ocupa un lugar de privilegio se expande como una mancha de aceite en el agua, hasta que, en algún momento, se produce una crisis expulsiva: alguien se va del sistema, porque decide priorizar su dignidad y su calidad de vida frente al maltrato.  O no…o la mancha de aceite se sigue expandiendo, indefinidamente, y el conjunto se adapta indefinidamente a la falta de respeto como norma.

¿Se puede reinstaurar el respeto?

Es necesario que cada cual sea capaz de priorizar su dignidad, y la dignidad de quienes lo rodean, frente a la tentación de someterse a un líder maltratador.

Para que ello sea posible, los principios deben ser más importantes que cualquier beneficio secundario. Algo así  como sobreponerse al sopor que genera la repetición del statu quo, para generar una forma de relación diferente y más equilibrada.

Es muy difícil que el maltratador, el irrespetuoso, el violento, sea consciente de sus conductas y de lo que ellas generan en los demás.

Por lo tanto, quienes son víctimas de esas conductas deben tener la valentía de poner un límite, lo que implica, a veces, renunciar a  una “zona de confort”, si entendemos por “confort” el dejarse maltratar para obtener beneficios colaterales.

Valentía, dignidad, auto-estima, deseo de libertad y de igualdad, auto-confianza, capacidad de poner límites, son los rasgos necesarios para que las situaciones de falta de respeto no se perpetúen a lo largo del tiempo.

No olvidemos que las jóvenes generaciones nos están mirando.

Que nunca nos echen en cara: ¿por qué te sometiste, papá? ¿por qué te resignaste, mamá?

 

 

Aportes del Coaching a la salud familiar y empresaria

 

Me interesa invitar a la reflexión sobre un tema que es de gran importancia, aunque muchas veces queda oculto por el hábito que tenemos de prestar más atención a lo cartesiano, lo racional, a lo mensurable, que a lo sutil.

Por ejemplo, el diccionario Espasa define al legado como “aquello que se deja o se transmite a los sucesores, sea algo material o inmaterial”.

Pero lo que habitualmente resulta más visible es lo material, y lo menos visible es lo inmaterial.

Podemos entonces echar una mirada reflexiva sobre los valores en los que se apoya la empresa.

Sabemos la enorme importancia que tiene lograr que los miembros de la familia empresaria comprendan y coincidan en estos valores, creencias, convicciones.

Los valores no son algo que pueda ser concebido en términos de kilos, toneladas, dólares o algo material y tangible.

Ilustremos esto con un ejemplo: la situación de dos hermanos que están en la Dirección de la empresa familiar y que un valor importante para uno de ellos es ganar mucho dinero, en cambio para el otro, es el Bienestar de la familia, la comunidad de trabajo y el buen clima emocional y laboral.

Si no se conversa sobre estos temas, si no hay palabras para poder pensar en ello y analizar los beneficios y los perjuicios de hacer una cosa o la otra, tales conflictos de valores opuestos serán tapados bajo la alfombra y quedarán sin solucionarse.

Si no se trata con curiosidad y seriamente la posición rígida y poco flexible de cada uno, se estará condenando a ambos a no encontrar una solución que les permita resolver el conflicto.

 

 

En casos como este nos ocupamos de poner en orden ambos propósitos; conversar en el marco de sesiones de coaching para llegar a acuerdos creativos y constructivos que permitan, por ejemplo mejorar las utilidades en primer término, lo que les permitiría mejorar los ingresos y luego, logrado ello, hacer lo necesario para mejorar el bienestar de la sociedad.

En términos sencillos, no estamos hablando de hacer una cosa O la otra, sino de hacer una cosa Y la otra, el desafío está en que logren acordar un plan que permita dar respuesta a ambos deseos.

Esto se logra si los actores pueden desmontar la puja entre ellos de modo que les permita entrar en un análisis, curioso e inteligente, de los beneficios comunes.

Se trata de reconocer la importancia de superar la tentación de ver quién gana la discusión, al encontrar qué es lo mejor que pueden hacer para responder a lo que la empresa familiar necesita:

  • Acompañamos a que cada uno acreciente su curiosidad para comprender los beneficios y riesgos de lo que el interlocutor propone.
  • Dar lugar a un diálogo inteligente, creativo y constructivo.
  • Aprovechar la diversidad de ideas y opiniones para profundizar el análisis.
  • Mejorar la posibilidad de considerar y aceptar diversos puntos de vista.
  • Ser ayudados a abordar y resolver situaciones en las que estaban atrapados.
  • En la interacción de padres e hijos, superar las diversas visiones que genera la diferencia generacional.

 

 

Los fundadores mayores necesitan sentir que lo que ellos dicen impacta a sus familiares, y los jóvenes desean lograr más protagonismo. Procuran conseguirlo mediante el aporte de conocimientos y enfoques diferentes a los que se aplicaron en el siglo pasado.

Estamos mencionando e ilustrando sobre cómo el poner en foco estas cuestiones mejora el acompañamiento y ayuda a las personas.

 Son estas herramientas sencillas y útiles las que permiten aprovechar los diversos aportes de cada integrante, por un lado la experiencia de los mayores y también los conocimientos de los más jóvenes.

En el desarrollo de la curiosidad mutua está la clave, pues deja de lado la pelea por ver quién tiene razón, quién sabe más, quién tiene más poder para imponer su voluntad, en discusiones estériles.

Se trata en cambio de que el diálogo avance en base a preguntas orientadas a mejorar la comprensión de lo que el interlocutor plantea, en lugar de criticar y descalificar lo que el otro haya dicho.

En ello radica el factor de multiplicación del beneficio de aprovechar los aportes de cada uno al pensar en positivo y de un modo constructivo.

Una forma práctica de definirlo es reconocer el conflicto oculto para poder resolverlo.

Lic. Eduardo Larriera

Psicólogo

 

 

 

 

Family Office Effectual

 

¿Puede el dinero matar al emprendedor? Al menos para la profesora nacida en Bombay y creadora de la teoría effectuation, Saras D. Sarasvathy, efectivamente el exceso de dinero puede ser un problema para los emprendedores.

Y es que tener recursos nos brinda certezas, nos crea, lo que los franceses llaman “l’embarras du choix” (la incomodidad de tener que escoger), generándonos la ilusión de la seguridad y alejándonos de la inexorable realidad humana. Esa en que la mayor parte de nuestras decisiones ocurren en contextos impredecibles, que es precisamente la habilidad distintiva de un emprendedor experto, según la académica India, profesora de Darden (Universidad de Virginia).

Y si bien aquello de que, a más dificultades, mayores oportunidades, sigue pareciendo un mantra – los grandes avances de la humanidad han ocurrido en medio de graves catástrofes y epidemias -, también la teoría efectual nos permite entender éxitos y fracasos de las familias empresarias que instauran sus propios family offices. Según el principio del “pájaro en mano” de Saravasthy, el emprendimiento nunca parte desde cero, sino de medios y recursos propios y de cuántos de éstos estamos dispuestos a poner en riesgo y, eventualmente, perder aceptablemente para dar el salto.

Los recursos, acumulados por décadas de negocios rentables, se multiplican casi sin darnos cuenta: una propiedad aquí, terrenos allá, oficinas por acá; adquisiciones que generalmente caracterizan a las empresas familiares que alcanzan cierta solidez. Esa condición, sumada a flujos de caja producto de la venta de alguna unidad de negocios, hace saltar la inquietud por hacer algo con esos activos y evaluar nuevas oportunidades. Catalizados por la “caja”, llega la hora de salir de su zona de comodidad, para explorar, aprender, emprender y navegar las incertidumbres que gatillan extraordinarios e impredecibles negocios.

 

 

Estos procesos requieren reflexión: las familias deben entender que, si quieren desarrollar nuevos negocios, deben ir aprendiendo, cometerán errores, pagarán “el noviciado”. Aquí vemos otro de los aspectos de la teoría efectual: el criterio de la pérdida aceptable. ¿Cuánto estamos dispuestos a perder para crecer? Sin nuevo conocimiento, difícilmente podremos abrir las perspectivas de la familia a nuevos negocios.

Es ahora donde surge la necesidad de formar un family office, el instrumento del capitalismo familiar, que lleva a la empresa a expandirse más allá de un mero desarrollo inmobiliario de colocación de excedentes, por ejemplo. Probablemente, el solo administrar los terrenos y propiedades del grupo sea demasiado pasivo para que estos espíritus inquietos puedan ampliar horizontes.

Tener caja también permitirá invertir en nuevos negocios, ya no el propio, ese viejo conocido que nos llevó hasta el momento actual, sino diversificar en áreas relacionadas, como por ejemplo los fondos de inversión en mismo ámbito en el que nos hemos hecho expertos. Es cierto, aquí arriesgamos menos, porque conocemos el negocio, sus ciclos, las tendencias de la industria y su gente y, por lo tanto, las rentabilidades pueden ser extraordinariamente altas en tiempos cortos. Así, paulatinamente, la familia comienza a expandir su presencia y a mostrar a otros sus capacidades.

En este ciclo, la lógica de la pérdida aceptable no desaparece, pero tampoco es absoluta: exploramos en lo conocido, buscamos sinergias a partir de la experiencia ganada y pasamos desde la histórica farmacia que originó el emprendimiento familiar, por ejemplo, al mundo de las clínicas.

 

 

De esta forma, el núcleo familiar va controlando todo aquello que está dispuesto a perder, en lugar de intentar predecir, moviéndose hacia nuevos sectores, consolidando las relaciones empresariales que han cultivado, potenciando alianzas, manejando la liquidez, controlando los servicios y asuntos de la familia, como el manejo tributario o los temas de seguridad de sus miembros.

La filantropía es otro aspecto en que una familia exitosa logra también ampliar su mirada. Del antiguo rol benefactor del padre fundador, abocado a aportar a un mix de fundaciones con propósitos variados, las nuevas generaciones de la familia empresaria irán adquiriendo mayor perspectiva, para ser más selectivos y, a la vez, más profundos y contundentes en su aporte social. Otra vez, la familia empresaria aprende y puede ser capaz, también, de fortalecer los talentos de cada miembro.

Volvemos a Saravasthy. Los medios del emprendedor, de la familia empresaria, son infinitos: redes, sueños, identidad, desafíos, aliados, experiencia, son la base para desarrollar nuevas capacidades y entrar en la lógica de la abundancia. Aunque hayamos perdido algo en el camino, a menudo debemos perder para ganar.

 

Gonzalo Jiménez Seminario,

CEO Proteus Management, Governance & Effectuation

Profesor de ingeniería UC

 

 

Inauguramos CAMPUS CAPS, con recursos claves para la excelencia

Dra. LILIANA HERS – Lic. GISELLA AIELLO


A partir de febrero 2024 CAPS Consultores ofrecerá a sus clientes CAMPUS CAPS, un espacio virtual con contenidos de educación y formación, dirigido a los integrantes de las empresas familiares y las Pymes no familiares con las que trabajamos.

            Para conocer en detalle esta nueva propuesta, entrevistamos a la Lic. Gisella Aiello, titular de CONED, la empresa proveedora de la plataforma virtual, y a la Dra. Liliana Hers, directora académica de este proyecto y profesora universitaria con larga trayectoria en la Universidad de Buenos Aires.

            CAPS:  Vamos a empezar por conocer a quienes proveen la estructura para esta innovación. Gisella, ¿nos puedes contar qué es CONED?

            Gisella: CONED es una empresa que surge en el año 2016 con el fin de satisfacer las necesidades de formación y capacitación semipresencial y 100% a distancia. Está conformada por un equipo de profesionales de diversas áreas (especialistas en programación, marketing, diseño, pedagogía, nuevas tecnologías, comunicación, sistemas) que trabajan de forma colaborativa en cada proyecto con el fin de brindar un servicio de calidad.

CAPS: ¿en qué consiste el trabajo con CAPS? 

Gisella: El servicio consta de la instalación del Campus Virtual, la personalización de acuerdo al branding de CAPS, la capacitación de uso y el mantenimiento del sistema. A su vez, luego daremos asesoramiento y asistencia permanente, para que el usuario perciba la plataforma como un espacio amigable para incorporar recursos de formación profesional y empresarial.

CAPS: ¿qué diferencia a una plataforma virtual de la estrategia de ir enviando mails con contenidos?

Gisella: Esta solución proporciona una plataforma con funcionalidades flexibles para facilitar el aprendizaje y desarrollo profesional, ya que consta de foros, chats, mensajería privada, permite subir imágenes, videos, todo tipo de documentos. Además, resulta posible desarrollar actividades colaborativas y evaluar en línea.

Hemos acompañado más de 50 proyectos exitosos. Actualmente contamos con 85.000 usuarios alrededor del país y se proyecta ese número crezca en un 20% durante el 2024.

CAPS: de acuerdo a tu experiencia ¿cuáles van a ser los beneficios de CAMPUS CAPS para los usuarios?

Gisella: los miembros de las empresas y familias que atraviesan procesos de consultoría van a encontrar todos los recursos de formación necesarios en un lugar simple, seguro, privado y escalable. Al tener control del ingreso, el aprendizaje será totalmente personalizado para cada participante, y eso permitirá llevar un registro interno para ofrecer un mejor servicio. A su vez, al estar disponible todos los días, las 24 horas, garantiza que cada cual pueda organizar sus tiempos.

Finalmente, algo muy importante, está previsto que los contenidos para cada persona o grupo participante respondan a sus necesidades particulares en función del proceso de consultoría que están atravesando, lo que hace a CAMPUS CAPS un complemento extraordinario en el proceso de consultoría de cada empresa y cada familia.

 

 

            CAPS: muchas gracias, Gisella. Ahora le preguntamos a Liliana, ¿Cuáles son los objetivos de CAMPUS CAPS?

Liliana: En nuestro trabajo de consultoría, acompañamos a nuestros clientes en procesos de cambio.  A través del campus vamos a  brindar herramientas y recursos complementarios para su crecimiento y consolidación.

A diferencia de lo que ocurre con cualquier proceso de capacitación aislado de la experiencia de consultoría, en CAMPUS CAPS está previsto que los recursos a utilizar por cada participante sean a medida de las necesidades detectadas en el diagnóstico inicial y en el proceso de trabajo de consultoría, por lo que cada participante va a encontrarse con la posibilidad de profundizar su conocimiento y reflexión de cada tema comprendido.

No perdamos de vista que en los procesos de consultoría están involucrados el patrimonio, la práctica profesional de cada uno y las relaciones familiares. Cuanto más profundamente se puedan conocer los secretos para el éxito en cada una de esas áreas, más provecho sacarán los clientes del proceso que transitan con CAPS Consultores.

El proceso de consultoría implica un compromiso de tiempo y energía, y constituye  un desafío para los participantes, que demanda una proactividad y un esfuerzo de superación personal y de la comunidad familiar involucrada, para el cambio y la transformación. En muchos casos es necesario un pacto entre generaciones, o un acuerdo entre hermanos, o compromisos en una pareja para que lo laboral y profesional no afecte lo familiar.

Esas cuestiones, y muchas más, se abordan en un proceso de consultoría, y sin duda, el hecho de poder complementarlas con contenidos de formación hará que los procesos de cambio evolucionen de una manera consistente, en pos del éxito empresario y la felicidad familiar.

            CAPS: ¿Quiénes son los destinatarios de esta propuesta?

            Liliana: Apuntamos a satisfacer a todo el espectro de clientes con los que trabajamos en Consultoría, ya que en el campus se abrirá un espacio individual para cada empresa y cada familia participante, y estará dirigido con material seleccionado por los consultores a cargo del proyecto específico, para que los contenidos resulten particularmente apropiados para los participantes.

            En general, se van a enriquecer de esta propuesta:

  • Los que están en la gestión, y deben mejorar algún aspecto de su práctica empresarial.
  • Los que no están en la gestión, y quieren saber cómo participar en reuniones efectivas, que les permitan integrarse sin interferir.
  • Los hijos que se preparan para asumir puestos de responsabilidad en la empresa familiar.
  • Los socios no familiares, que necesitan unificar determinadas prácticas empresariales para evitar discusiones interminables, y controles recíprocos de gestión que habitualmente llevan al conflicto y no al crecimiento empresarial.
  • Los integrantes de familias empresarias (probablemente de tercera generación en adelante) deseosos de contar con pautas en común para incrementar la armonía de los vínculos familiares y la comunicación.
  • Funcionarios no familiares, que deben formarse para aportar un mayor valor a la organización.

 

CAPS: ¿Podrías darnos un ejemplo de contenidos del CAMPUS CAPS?

      Liliana: tendremos disponible material documental, artículos, gráficos, presentaciones, y filmaciones generales,  extractos de conferencias, reportajes, y artículos técnicos que desarrollan temas puntuales de carácter conceptual.

      CAPS: ¿Qué resultados se esperan de la incorporación del campus a los servicios de CAPS Consultores?

       Liliana: La misión de CAPS Consultores es “cuidar el futuro de empresas y familias con historia”. CAMPUS CAPS es un recurso novedoso, que va a resultar clave para aportar a esa misma misión.

        Pensemos que CAPS Consultores es una consultora interdisciplinaria, conformada por más de 10 profesionales de excelencia, con mucha experiencia, dedicación y compromiso.

        Esa calidad humana y profesional nos permite ser líderes en los procesos de consultoría, y poder agregar este recurso a lo que ya hacemos exitosamente, seguramente va a aumentar la efectividad de nuestros proyectos, que apuntan a valores tan importantes como la protección del patrimonio, el crecimiento y consolidación de las empresas, y la armonía y felicidad familiar.

 

 

 

La empresa familiar en tiempos turbulentos

 

Con una elevada inflación, el anuncio de una recesión que parece inevitable y un plan económico que todavía no ha sido explicitado con total claridad, las empresas familiares tienen mucho para hacer.

Después de la gran crisis del 2001, cuando yo entrevistaba a un empresario que se proponía organizar su empresa y su familia, indefectiblemente le hacía una pregunta: – ¿cómo atravesaste la crisis?

Aunque las respuestas eran variadas, yo fui sacando algunas conclusiones que quiero compartir, porque nos pueden enseñar cómo manejarnos en el futuro.

  • Los empresarios exitosos no abandonaron su visión

El primer dato relevante es que tenían una visión y una misión definidas. No eran una hoja al viento, sino que sabían con claridad cuál era el camino que se proponían recorrer.

En muchos casos, la crisis los obligó a suspender determinadas acciones específicas, y a reconducir otras acciones. Pero, apenas comenzó a calmarse la turbulencia, retomaron la visión que los guiaba.

  • Los empresarios exitosos contuvieron a sus acreedores

De ninguna manera un “sálvese quien pueda”. Por el contrario, se ocuparon de explicar la situación a los proveedores (en especial a los del exterior, con muchas más dificultades para comprender la realidad argentina). En algunos casos, utilizaron reservas personales para mostrar voluntad de pago, y esto los llevó a una situación de mayor colaboración y confianza con proveedores estratégicos.

 

 

  • Los empresarios exitosos trataron de preservar al personal

Algunos de ellos lo hicieron porque pensaron en los costos que implicaría volver a formar a nuevos recursos humanos para retomar una senda de crecimiento.

Otros, simplemente, pensaron en las consecuencias que tendría para las familias de los empleados que éstos se quedaran sin trabajo, y decidieron priorizar una estrategia de contención social aun en detrimento de su propio interés económico.

Esta actitud, en muchos casos, tuvo como consecuencia una altísima valoración por parte del personal, que supo reconocer el esfuerzo que habían realizado los titulares de la empresa.

  • Los empresarios exitosos pusieron mucha atención en el diálogo familiar

Ellos entendieron que la familia debía ser consciente de los difíciles momentos que se estaban viviendo.

Esas dificultades se manifestaban en términos de incertidumbre, y en algunos casos de imposibilidad de mantener determinados proyectos de vida, ya que era necesario administrar los recursos con cuidado; incluso, frente a terceros (proveedores, empleados) mantener un bajo perfil fue una manera de fidelizarlos, y esto redundó en relaciones duraderas y de elevada confianza.

Pero no sólo fue necesario comunicar la realidad a la familia, sino que fue imprescindible hacerlo de una manera tal, de evitar el pánico. Porque quienes no están en la empresa carecen, muchas veces, de elementos de juicio para entender cabalmente la situación, y un mensaje extremadamente alarmista podía afectarlos en los estudios, en sus propios proyectos, o incluso en la vida familiar.

Por lo tanto, poner mucha atención en cómo comunicar la realidad, ha sido siempre una estrategia útil y necesaria.

 

 

Algunas reflexiones

Los momentos difíciles demandan capacidad de resiliencia, o sea, la capacidad de adaptarse adecuadamente a la adversidad, o a un trauma.

Pero no se trata sólo de la resiliencia personal. También resulta necesario reconocer el entorno, identificar a quiénes, entre quienes nos rodean, pueden afectarlos (positiva o negativamente) nuestros gestos y nuestros actos.

Y recordemos aquella frase que nos llama a la humildad y a la esperanza: “esto, también pasará”.

 

 

La procrastinación: un riesgo que podemos superar


“Sí, la verdad, tendría que haberme hecho ese análisis médico hace tiempo, pero al final se me fue pasando…siempre con algo más urgente, y ahora el problema se agravó”.

 Por suerte puede contarlo. Pero, muchas veces, cuando alguien  posterga indefinidamente sus decisiones, simplemente pasa la oportunidad, y se termina enfrentando a una situación más grave, y a veces irreversible.

Esa actitud de postergar lo que hay que hacer sin una razón aparente, se llama “procrastinación”, palabra difícil para denominar a una conducta muy difundida,  de efectos devastadores en los emprendimientos personales y en las empresas de familia.

La procrastinación es una conducta arraigada en muchas personas, que se agudiza en los tiempos de incertidumbre, ya que la sensación de falta de certeza respecto de cómo se van a desarrollar los acontecimientos, facilita una excusa adicional para no decidir, y para no realizar.

Algo que me llama la atención  es que en la expresión de la excusa procrastinadora suele aparecer  la palabra “dejar”.

  • “Dejame que me organice” –

En realidad, ese “dejar” (en el sentido de permitir) no aporta nada: el que no se organiza no es víctima de otro que no le permite organizarse, sino de sí mismo.

  • “Vamos a dejar que pase este año”

Parecería que, en este caso, el verdadero sentido de “dejar” es “abandonar” (como cuando alguien dice “mi novio me dejó”). Porque no está en nosotros “permitir” que pase este año, dado que el año va a pasar igual (lo dejemos o no).

Por lo tanto, el que procrastina está proclamando que va a abandonar la oportunidad de encarar una situación determinada en lo que resta del año.

 


La procrastinación es una conducta que padecemos, o presenciamos, desde la infancia: tareas para el hogar que quedan indefinidamente postergadas, exámenes que no se preparan a tiempo, lamentos por no haber estudiado lo suficiente…

Existe una conducta especialmente procrastinadora en lo que se denomina el “síndrome de la última materia”, el caso de aquellos estudiantes a los que siempre les falta una asignatura para recibirse, y no llegan nunca a cambiar su situación en la vida: siguen siendo estudiantes crónicos, en lugar de profesionales noveles.

Es llamativo que la palabra “procrastinación” no sea habitual en nuestro lenguaje. Se podrá alegar que es una palabra difícil, pero, seguramente, no es más difícil que desindexación, o que otorrinolaringólogo, y, sin embargo, es menos pronunciada, y, lo que es más significativo, menos conocida que aquellas otras palabras difíciles.

La procrastinación es un hábito negativo, que no es debidamente comprendido y combatido. Probablemente, se aplica el dicho “mal de muchos, consuelo de tontos”….porque la procrastinación es un hábito compartido por muchos.

¿Cómo evitamos la procrastinación?

En primer lugar, es necesario detectar la presencia de la angustia, porque ella es uno de los factores que hace que se eviten los cambios, las decisiones, los actos verdaderos. Tomar una decisión o tener que implementarla puede ser un problema por la angustia que  conlleva.

En segundo término, y ya dentro del campo de la Planificación, es necesario fijarse metas, entendidas como el objetivo con fecha de cumplimiento, y realizar un cuadro del avance esperado de la tarea, para poder hacer revisiones periódicas.

 

 

Esto no es demasiado difícil en el caso de una persona que cuenta con un superior, que será el encargado de controlar el avance del proceso.
En cambio, cuando el procrastinador es el superior de una organización, la situación es más compleja, porque no suele aceptar que nadie lo controle, o lo inste a ejecutar aquellas cuestiones que quedaron detenidas. En esos casos, resulta muy útil que, quien observa la conducta procrastinadora y desea ayudar a superarla, llegue a un pacto con quien padece esta problemática, para que éste acepte y valore la ayuda, entendiendo que es en su propio beneficio.

En mi experiencia, la postergación indefinida de un proceso de diálogo entre los integrantes de la familia empresaria, y estructuración consciente de la organización con vistas al futuro, es uno de los espacios en los que más se verifican las conductas procrastinadoras, en una búsqueda de un momento exacto, de un escenario perfecto, para iniciar ese diálogo necesario, que, generalmente, lleva a que los problemas exploten en las manos.

La manera alternativa de enfrentar esta tendencia procrastinadora es entender que, en general, lo ideal es enemigo de lo bueno.

Esto implica superar el orgullo de decir: “esto está a mi cargo y nadie debe entrometerse”, o “yo manejo los tiempos”, para aceptar que, en realidad, está frente a un problema, y la intervención de otra persona puede ser la clave para poder superarlo.

En ese ejercicio, será necesario que quien padece de la procrastinación acepte que, en muchos casos, la ayuda es interesada: porque nadie mejor que quienes en algún sentido van a beneficiarse de ese proyecto postergado, para ayudar a que se convierta en realidad.

***Columna publicada en Empresa y familia, modelo para armar

 

 

 

 

Tomar el control para un 2024 mejor


2024 aparece como un año desafiante.

El cambio climático (que algunos dicen que no existe) ha generado una sequía histórica hace un año, y en esta temporada el exceso de lluvias y temporales se está convirtiendo en una preocupante amenaza.

En las instancias de poder, nos encontramos frente a cambios de paradigmas cuyo desarrollo y consecuencias aún no podemos prever con claridad.

Una vieja costumbre recomienda “wait and see”. Sentarse a esperar. A esperar qué? Que las cosas se acomoden.

Sin embargo, muchas cosas no dependen del exterior; dependen de nosotros mismos, de nuestra iniciativa.

A continuación, algunas preguntas respecto de lo que no va a resolver ningún gobierno, sino que pertenece a nuestro ámbito de acción:

    • ¿Quiero retirarme algún día, o pretendo seguir trabajando mientras pueda?
    • ¿Estoy preparando a mis sucesores, si decido retirarme?
    • ¿Está preparado el escenario para el caso de una contingencia que me impida trabajar?
    • ¿Hay alguna persona que dependa económicamente de mí? En ese caso, ¿cómo la protejo?
    • ¿Cómo me imagino el volumen de mi negocio para dentro de 5 años?
    • ¿Estoy tomando decisiones coherentes con ese volumen que imagino?
    • ¿Estamos suficientemente organizados para aprovechar el talento de cada uno?
    • ¿Hay alguna relación personal que debería tratar de mejorar? ¿Cómo lo encaro?
    • ¿Cuáles son las contingencias más significativas que podrían ocurrirnos?
    • ¿Estamos preparados para enfrentarlas?


Poder responder estas preguntas, seguramente, hará que aparezcan otras.

Lo importante es poder escribirlas, para luego pensar la respuesta a cada una de ellas.

Y también escribir esa respuesta, porque, luego, nos será más fácil identificar qué acciones debemos tomar para estar mejor, y para correr menos riesgos.

Es una gran tentación que, frente a una realidad que no podemos manejar, evitemos toda decisión. Sin embargo, no perdamos de vista de que hay una serie de variables que dependen exclusivamente de nosotros, y que, cuanto mejor y más rápido las encaremos, nos va a permitir vivir con mayor tranquilidad y felicidad.

 

 

 

Nuevo año, nueva imagen

Dicen que lo único permanente es el cambio.

Así lo entendemos en CAPS Consultores.

A partir de ahora, nos identificaremos con un nuevo logotipo, que constituye una adaptación a estos tiempos de la imagen que nos acompañó hasta ahora.

Así comenzó CAPS:

 

Como se ve, está muy marcado “el de arriba”, que da “al de abajo”.

Ésta fue nuestra segunda imagen:

 

 

En esta etapa, quisimos marcar una mayor simetría, pero manteniendo el concepto de “arriba” y “abajo”.

Estamos entrando en 2024, y nuestra nueva imagen grafica la evolución, de atrás para adelante, y con una nota de color, porque de eso se trata, de denotar que aquello que se transmite no es neutro, sino que es muy relevante.

Esta imagen habla de paridad de géneros, de pacto entre generaciones, de evolución.

Es una manera de sintetizar gráficamente nuestra misión: “cuidamos el futuro de empresas y familias con historia”.

Visítenos en nuestro nuevo website

 

 

 

La mujer propietaria en la Empresa Familiar: hacia un rol diferencial y estratégico

                                                                           

Sea como fundadoras o continuadoras, las mujeres tienen mucho camino para recorrer en las empresas familiares del siglo XXI. En este artículo, Natalia Christensen, presidenta del Instituto Argentino de la Empresa Familiar y del Instituto Latinoamericano de la Empresa Familiar, sitúa el tema en toda su magnitud.

¿Cómo son las mujeres en su rol de socias? ¿es diferente ser propietaria al emprender respecto de serlo por herencia? ¿está legitimada la mujer dueña frente a otros socios y la empresa? ¿el ingreso tardío de la mujer a una sociedad existente es una limitante? ¿cómo se diferencian las mujeres en los métodos de inversión?

Acompañar a las familias empresarias a que evolucionen, conlleva analizar y diseñar el proceso de preparación de la mujer propietaria y desarrollo idóneo del rol de dueños responsables.

La familia empresaria sin distinción de genero se conforma con los miembros que por nacimiento llegan al círculo de familia. Un ámbito en el cual la persona se educa en relación con la empresa, el patrimonio y la familia. Hombres y mujeres, no lo hacen de igual manera.

En la actualidad muchas mujeres de familias empresarias desde edad temprana sueñan con llegar un día a ser jefas, liderar el negocio de la familia, asumir responsabilidades y desarrollarse en la gestión trabajando en y con los equipos de sus empresas.

No obstante, en menor medida, sueñan con ejercer activamente el rol de propietarias separadamente del rol de ejecutivas, gerentas, empleadas. Tal vez porque no está legitimado que avance en decisiones de riesgo e inversión como propietaria.

Recientemente escuchaba a una esposa fundadora gerente mencionar que creció en su rol de gerente, pero aun en los papeles no tenía participación societaria porque la sociedad de hecho sigue a nombre de su esposo. En otro caso, una mujer que había heredado junto a sus hermanos la empresa familiar justificaba que sus hermanos tomen las decisiones de su patrimonio, porque ella no trabaja en la empresa. También recientemente, presencie el caso de una mujer, con muy poca información de su propio patrimonio, agobiada por el sentimiento de inseguridad para decidir.

 

 

Están presentes modelos aprendidos en los cuales la mujer no tiene legitimado su rol de propietaria frente a los socios familiares y, por ende, frente a terceros. Estudios de Empresa Familiar han demostrado que, aunque la mujer esté preparada formalmente en management (con titulaciones y con experiencia empresarial) en la empresa familiar no es legitimada o le falta la autoridad suficiente para hacerse oír dentro de las asambleas de socios de sus empresas. Al punto de no enterarse sobre lo que pasa dentro de la empresa.

La resultante de no gestionar anticipadamente “la relación de familia propietaria con la directiva o la realidad de la empresa” se traduce en una limitante de socialización con su propia empresa familiar.

La empresa familiar suele postergar la preparación del familiar para asumir su rol de dueño con autonomía. Es habitual que los lideres posterguen el formar equipo en el ámbito societario, no preparan las sociedades de hermanos, o consorcios de primos (dejando a las mujeres en desventaja, o excluidas de poder para participar en ese espacio de poder). No es suficiente estar informada, ya que el reto es crear las experiencias para negociar, enriquecer la retroalimentación entre socios, disponer de un espacio en el cual debatir ideas y decisiones entre dueños.

Aun hoy, la asamblea de socios suele ser de dominio masculino debido a sesgos culturales para los cuales la mujer propietaria es protegida por la familia de género masculino (padre, esposo, hermano).

 

 

¿Cuáles son las recomendaciones para mujeres propietarias de empresas familiares?

Ejercer el rol de socia y mujer en una empresa familiar puede presentar desafíos únicos, pero también ofrece oportunidades para contribuir de manera significativa al éxito de la familia empresaria.

A continuación, comparto cuatro claves para desempeñar este papel de manera diferencial y estratégica:

    1. Clarificar la visión a largo plazo: definir, sostener y cohesionar a los socios en torno a una visión compartida y estrategias alineadas a esa visión.
    2. Contribuir a la planificación estratégica que definan desde la dirección. Promover que la visión y el sistema de valores se visibilice en los planes de negocio. 
    3. Establecer límites claros: anticiparse y prepararse, lo que implica diferenciar con claridad los ámbitos de familia, empresa y propiedad. Crear las normas, acuerdos, documentos societarios que delimiten funciones y responsabilidades. Es un proceso continuo de aprendizaje ejercer los roles de manera pragmática, formalizada y profesionalizada en cada nivel (estructura organizativa, dirección, consejo de familia, family office, propiedad). 
    4. Ejercitar activamente la propiedad: contribuir con alto perfil en la toma de decisiones de socia, asesorarse con expertos profesionales cuando sea necesario, aprender todo el tiempo del rol de gestión patrimonial, crear los comités o espacios de Empresa y de Familia necesarios para fortalecer la gobernanza de Empresa Familiar. Es parte importante del rol de socia fomentar una comunicación clara y abierta con otros miembros de la familia y del equipo directivo, prestar atención a las perspectivas de los demás y ser empática al escuchar otros puntos de vista para construir relaciones sólidas con todos los involucrados.

Al aplicar estas claves, la mujer propietaria de empresa familiar estará contribuyendo al crecimiento sostenible y al éxito continuo con armonía entre propietarios con lazos familiares.

Preparación de la mujer propietaria

Nada garantiza mejor la trascendencia de la empresa familiar que la formación de la familia empresaria. La formación de dueños responsables y comprometidos.

En los próximos 20 años, 4 de cada 5 mujeres pertenecientes a grandes patrimonios de familias empresarias, recibirán sus herencias. Es un reto preparar a las herederas que van a recibir esa riqueza en los próximos años, para que ese patrimonio mundial se desarrolle, se preserve. Esta preparación es un proceso, no se logra de la noche a la mañana.

La sustentabilidad económica mundial en poder de mujeres no solo afectara a la economía de esas personas, familias sino a la sociedad mundial, a la generación de riqueza de los países del mundo.

 

 

 

¡Hay equipo!

Eduardo Larriera, Ana Coronel, Adriana Zamar, Claudio Pizzi, Sonia López, Natalia Christensen, Leonardo Glikin, Andreína Tramannoni, Natalia López Conde, Juan Carlos Valda, Lautaro Peralta Galván.

 

Desde Misiones, Santiago del Estero, el Norte de Santa Fe, Rosario, Lincoln, Mar del Plata, Buenos Aires… los integrantes de CAPS Consultores se dieron cita en Buenos Aires, en unas intensas jornadas interdisciplinarias, para una práctica cada vez mejor.

Advance the profession” es una frase que muchas veces escuchamos en jornadas de la Financial Planning Association, en Estados Unidos. La traducción literal es “avanzar la profesión”.

Pero lo más rico, más allá de las palabras, son las intenciones: significa hacer una profesión cada vez más dinámica, con fundamentos profundos y cercana a las necesidades de los clientes.

Eso es lo que nos proponemos en CAPS Consultores, y por esa razón, los días 17 y 18 de noviembre nos reunimos en Buenos Aires, en Jornadas intensas y muy productivas, donde tratamos temas fundamentales para nuestra práctica profesional.

 

Ana Coronel, Claudio Pizzi, Natalia López Conde, Eduardo Larriera, Leonardo Glikin, Lautaro Peralta Galván, Sonia López, Natalia Christensen, Adriana Zamar , Andreína Tramannoni, Juan Carlos Valda.

 

CAPS Consultores lleva adelante varias batallas culturales:

  • Ayudar a nuestros clientes en tiempos de crisis.
  • Ser un vehículo para la evolución de las empresas Pymes, que, actualmente, se expresa a través de ayudarlos a compatibilizar la presencialidad con instancias virtuales, que permiten encuentros muy ricos, que se celebran con puntualidad y comodidad.
  • Poder brindar un ámbito de protección de la información, para que en caso de que algún consultor tenga una contingencia, eso no afecte la calidad y la dinámica de nuestro servicio.
  • Unificar los criterios con los que compartimos la información entre los integrantes de CAPS Consultores, sin afectar la confidencialidad.

Estos puntos, entre otros, fueron trabajados en un clima de enorme cordialidad y colaboración.

Por eso el título de esta nota: “Hay equipo”! Ya no somos un conjunto de individualidades brillantes, sino que estamos articulados para que nuestra sinergia beneficie a las empresas y familias que confían en nosotros, con servicios útiles y transformadores.

CAPS Consultores se prepara para el futuro, que exigirá consultoría de calidad y con un alto sentido humanístico.

 

 

Que el dinero no divida a la familia

 

Víctor Sarmiento, titular de Metalúrgica Sarmiento y presidente de la Federación Industrial de la provincia de Santa Fe.

*** Entrevista realizada en el programa Empresa y Familia: Modelo para armar, conducido por Leonardo Glikin y Carlos Liascovich

 “En esta familia de plata no se habla, porque cada vez que el dinero estuvo en el medio, hubo peleas y separación”.
Éste es el sentir de muchas familias que, en una generación o en otra, han sufrido divisiones y sufrimientos por diferencias económicas. La creencia asociada es que, si aparece una diferencia de intereses entre los miembros de la familia, no va a ser posible sobreponerse a ella, sino que por ser tan dominante el poder de lo económico, los vínculos familiares quedaran irremediablemente afectados.


La conclusión de ese concepto es que en la práctica es necesario evitar cualquier intercambio de dinero entre integrantes de la familia, sean compraventas, préstamos, o incluso el abordaje de negocios en común. Para sostener esa creencia es imprescindible esquivar los casos que, en definitiva, todos conocemos de empresas de familia o de patrimonios familiares que se desarrollan exitosamente a lo largo de las generaciones.
Pero al mismo tiempo, quienes piensan de esta manera, tienen muchas oportunidades para ratificar su punto de vista, ya que cada uno de nosotros conoce historias de familias divididas por una herencia o por un mal negocio.

Y pregunto, ¿es realmente el dinero el que divide a la familia o podemos pensar que los intereses económicos son el campo de batalla en el que los miembros de la familia expresan sus diferencias que existían desde antes y por otros motivos, que nada tienen que ver con el dinero?

Identificamos tres grandes fuentes de conflicto donde el dinero está presente. La pelea patrimonial, por ejemplo, por las herencias; las sociedades fallidas; los malos negocios encarados con familiares.
Vamos a pensar primero en la pelea patrimonial. Si analizamos el desarrollo de los litigios familiares de larga duración, es posible identificar antes del enfrentamiento económico, e incluso a veces en un tiempo remoto, un resquebrajamiento de la relación personal que lleva a que en una etapa posterior cada uno defienda sus intereses de manera implacable. Naturalmente, cuando ya el vínculo está afectado y lo único que queda es la defensa de los propios intereses, la manera de actuar de cada uno no es propia del ámbito y el afecto familiar, por el contrario, sale a relucir la codicia y muchas el ánimo de pelea, de venganza de cada uno de los involucrados.
Una actitud dura de parte de los litigantes suele llevar a que la otra parte adopte una reacción en espejo, lo que ahonda las diferencias hasta tornarlas inmanejables. Podríamos sostener, sin riesgo a equivocarnos, que en estos penosos casos los miembros de la familia ya estaban divididos entre sí, y la cuestión económica ha sido el campo de batalla para expresar esta división.



El segundo caso que dábamos era el de las sociedades fallidas. En esos casos se separan de mala manera luego de haber intentado un negocio juntos. Es probable que hayan antepuesto, en el momento de origen del negocio y de la sociedad, su entusiasmo, su optimismo y la necesidad de acompañamiento frente a las características reales del socio. Los socios suelen separarse por la manifestación de rasgos que ya estaban presentes en las conductas de cada uno en la etapa anterior y no por actitudes sobrevinientes y totalmente imprevisibles. Ocurre que las mismas características que en una etapa se pueden ver como totalmente tolerables y hasta valiosas, o pintorescas, en otra etapa de la sociedad se tornan insoportables, y llevan a la ruptura de mala manera.

Y el tercer caso son los malos negocios, que es la otra fuente de enfrentamiento importante. Y en estos casos un integrante de la familia invita a otro u otros a participar en un negocio infalible, que luego falla. A partir de ese momento todos son reproches y, quizás, el pedido de que el que llevó el mal negocio a la familia se haga cargo de las pérdidas. Posiblemente se traten de negocios que los perjudicados jamás habrían intentado con terceros y en los que la confianza familiar ocupó un importante espacio en la toma de decisión de participar. En estos casos, en definitiva, no se trataría de que el dinero divide a la familia, sino que algún miembro de la familia habría abusado y malversado la confianza de los otros.

Entonces, la gran pregunta: ¿se pueden evitar los conflictos por dinero en la familia? El ejemplo de tantas empresas de familia exitosas nos da una pauta de que los conflictos por dinero en la familia se pueden evitar, y que se puede tomar a la familia como una fortaleza con la que se cuenta, justamente, para hacer dinero o consolidar un patrimonio. Por ello es necesario revisar si entre todos los miembros de la familia existe una fuerte conciencia de lo que significa la unidad familiar como un valor compartido. Esto significa aceptar que la unidad familiar no es una realidad natural que forma parte del aire sin ningún esfuerzo de nuestra parte, sino que es necesario construirla día a día, a través de diferentes acciones. Y estas acciones las podemos resumir en interesarse por lo que importa a los otros miembros de la familia; respetar las elecciones de amistad, de pareja o de forma de vida de cada uno; estar disponible para colaborar frente a las necesidades del otro; participar de las celebraciones familiares; tomar a la confianza dad y recibida como un don, como una oportunidad. Si los miembros de la familia comparten la conciencia respecto de lo que significa la unidad familiar, y esta no es una declamación, sino un valor, con una significación practica y tangible, hay mayores posibilidades de detectar a tiempo las posibles fuentes de conflicto y trabajar entre todos para poder superarlas y, finalmente, que el dinero no divida a la familia.

 


CL:  Tenemos ya en línea a nuestro primer entrevistado de hoy. 

LG: Sí, quiero presentarlo yo. Es un gran amigo por un lado, pero voy a decir qué es lo que me inspiró a convocarlo. Yo estaba en Esperanza, una ciudad muy laboriosa de la provincia de Santa Fe, donde hay una radio y esta radio estaba, por un lado, transmitiendo el programa, pero también estaba con parlantes a la calle, y yo estaba cerca de la plaza y escuché una voz, la voz me resultó familiar. Pero luego no me quedé en la voz, me quedé en los conceptos, me quedé en la pasión, me quedé en la profundidad, la energía y las ganas de convocar de quien estaba hablando. Bueno, me fui a comer y cuando salí del restaurant me encontré con el dueño de esa voz, que era nuestro invitado de hoy, Víctor Sarmiento. 

Víctor Sarmiento: Hola, buen día Leonardo.

LG: ¿Qué tal Víctor? Qué gusto saludarte.

VS: La verdad que para mí es un gusto que me estés llamando y poder mínimamente, de este lado, colaborar con esta actividad que vos hacés, que es tan importante como sostener y asesorar lo que significa llevar adelante una empresa familiar.

CL: Igualmente. Víctor es un empresario industrial, de la ciudad de Esperanza, en Santa Fe, del rubro metalúrgico. Y con algunas cualidades que nos interesa mucho explorar en el día de hoy, Leonardo, por dos grandes vertientes, podemos llamarlo así. Por un lado, porque Víctor Sarmiento tiene una intensa actividad gremial empresaria, que es una actividad con muchas aristas y muchas cosas para conversar y conocer. Y la segunda cuestión que nos atrae de Víctor es su profunda fe religiosa, que no es algo que en general se explicite o que se dé a conocer demasiado entre los empresarios, pero que Víctor sostiene con razones muy validas y creemos que útiles para el resto de los empresarios. ¿Empezamos por la cuestión gremial empresaria Víctor?

VS: Bueno, cómo no.

CL: ¿Cómo salir de la etiqueta de la rosca, de la conveniencia pequeña, de la ventajita, cuando se habla de un dirigente gremial empresario?

VS: Bueno, en primer lugar, yo creo que para llegar a sentir ese fuego de la participación gremial hay que tener… esto es un camino, y el camino arranca como el hecho de ser dirigente, que no es nada más ni nada menos que ser un dirigente, y la palabra dirigente engloba muchas realidades, gremial empresario es una. Yo empecé siendo un dirigente cristiano, trabajando por aquellos que menos tenían, y también, al mismo tiempo, como un emprendedor, iniciando mi actividad industrial diría yo, porque también ese concepto es… esto es una industria, y para mí aquel botija que toma tres ovillos y construye un pullover ya es una pyme industrial. Empecé así y después, Monseñor Zazpe, que fue un gran dirigente de la republica Argentina en la iglesia, un día me instó a que el cristiano tenía que están en los lugares donde el evangelio resbala, me decía él, y evidentemente comencé a desandar un camino como dirigente político, candidato a concejal en mi ciudad, no pudimos entrar porque era un partido muy joven.

Bueno, resumiendo, después el camino también me fue llevando a entender que esa dirigencia, dentro de un concepto muy fuerte que yo sostenía, tenia que estar en aquellos lugares donde costaba más hacer un equilibrio. Y hoy, después de un largo tiempo recorrido, un camino recorrido me toca simplemente un nombre nomás, porque si no fuera por el trabajo en equipo, y equilibrado, equitativo, hoy me toca dirigir la relación industrial de la provincia de Santa Fe, con un concepto muy válido y muy claro, hacer entender que en la mesa podemos estar todos sentados y no significa nada la billetera que cada uno tenga, sino que lo que uno intenta es tener la fortaleza de pensamiento del dirigente, que tiene que ir mucho más allá de una forma personal de pensamiento individual.

 

 

CL: Supongo que la actividad gremial empresaria le demanda mucho tiempo en su agenda y además una gran necesidad de articular y de disponer de paciencia y capacidad de mediación. ¿Esto se va desarrollando, se nace con eso? 

VS: Yo creo que, como en toda profesión, como en toda actividad, uno va aprendiendo y va desarrollando la forma de ponerlo en práctica, pero lo que sí está claro es el concepto y el criterio, en definitiva, el resultado siempre tiene que ser positivo. Es verdad, yo destino gran parte de mi tiempo de trabajo a esta militancia gremial porque considero y estoy convencido de que, en ese equilibrio que vos decís y en esa articulación, uno tiene que estar también… así como los trabajadores tienen los gremiales que defienden los derechos de los trabajadores, nosotros tenemos que también estar trabajando en una articulación con el sector público para defender y, por lo menos, coordinar y acordar las futuras decisiones del sector político que no vayan en detrimento de los sectores industriales y productivos, sino que hay que coincidir en cuáles son las políticas publicas si queremos tener un país más distributivo, un país más equilibrado, un país más justo en definitiva. Y evidentemente esto se roza con la política, porque depende de los modelos con los cuales uno se siente a conversar. Los modelos anteriores, o por lo menos el ultimo, no tenia un criterio, un concepto de industrialismo, al menos es mi visión, privilegiando más el beneficio de los sectores financieros y económicos que el sector industrial.

LG: Alguna vez, Víctor, vos me comentaste de un proyecto tuyo, que era el proyecto del primer galpón. Me gustaría que lo cuentes. 

VS: En realidad fue un proyecto compartido, vos sabés que nosotros trabajamos mucho en equipo acá en la región. Y de una charla de un compañero de trabajo de Rafaela, surgió la idea esta que significaba, así como el banco Hipotecario tenía líneas de crédito para la primera vivienda de un empleado, de un trabajador, o de una persona que no tuviera la posibilidad de tener su vivienda, se nos ocurrió con fortaleza plantear, por qué no, la misma situación para aquel que desarrolle su actividad y necesite comprar su primer galpón. Bueno, lo militamos, y ahí está el fervor y la pasión, y pudimos llegar a una reunión de la Unión Industrial Argentina, donde ese día estaba la ex presidenta Kirchner, y yo le dije a Diego Turco, de Rafaela, “tenemos que tener los cinco minutos de gloria”. Y uno, estratégicamente, habiendo visto tantas situaciones, nos fuimos a un lugar donde probablemente podía estar pasando, así fue, se nos dio, también ahí creo que no es la decisión de uno sino que para mí, desde mi criterio, ahí hay una ayuda de dios evidentemente, que nos puso en ese lugar, y en esos cinco minutos le dejamos la carpeta, mientras iba caminando con sus guardaespaldas, le explicamos cuál era el proyecto. A la semana nos llaman de la privada, y al año eso se transforma en un proyecto aprobado por las cámaras para que aquel que comience sus actividades y necesite su primer galpón, tenga una línea de crédito con una tasa muy blanca, y tenia un plazo de gracia y un plazo de pago muy largo. Con lo cual ahí es donde creo que vale el trabajo, la militancia, el esfuerzo, porque un proyecto nacido en una región muy pequeña terminó distribuyéndose para toda la república Argentina.

 

 

VS: Nosotros solo podemos tener la idea, pero después necesitás articular un montón de situaciones y para eso necesitás gente. Y este es también un poco el camino que uno lleva, tratar de pasar la posta a los jóvenes, que cuesta cada vez mas, porque hoy la forma de pensamiento de los jóvenes, sin desmerecerlo, y yo soy muy confiado en que tenemos que depositar en manos de los jóvenes el futuro de nuestro país, porque ya medio que estamos de vuelta nosotros… ahí es donde tiene que, me parece, también el dirigente gremial prepara a aquel que venga a agarrar la posta, así como una carrera de posta, se van pasando y son cuatro o cinco los que compiten, cuando uno arma un proyecto o tiene un desarrollo, también tiene que tener gente que te reemplace.

CL: Respecto del legado, en el gremialismo empresario, digamos, en la Asociación Industrial de Santa Fe, ¿están preparando ya los relevos para esto?

-Es el camino. Nosotros hemos desarrollado en la federación… la federación es una entidad de segundo grado que tiene a las de primer grado contenidas adentro. Ahí tenemos centros comerciales, industriales de la provincia y el objetivo es… mi palabra siempre es generosidad para federalizar. Porque nosotros estamos muy cómodos en la región centro, porque tenemos energía, porque tenemos gas, porque tenemos lo que queramos, pero la provincia de Santa Fe es grande como Italia, y en el norte del norte más extenso de nuestra provincia no hay conectividad, no hay energía, no hay gas. Entonces nosotros, al menos desde mi posición, creo que hay que trabajar para eso, y ahí es donde me parece que es el gancho para hacerles comprender a los jóvenes, que su participación también depende de la existencia del camino futuro de la federación. Y estamos con, por ejemplo, nosotros tenemos un sector de trabajo o una comisión que se llama FISFE joven, La FISFE joven la está integrando la Unión Industrial Argentina joven, tenemos representantes de ahí. Entonces, bueno, al joven tenés que darle trabajo para que se sienta entusiasmado, y tenés que darle espacio y tenés que darle lugar, si al chico los vas a convocar solamente para que preste el nombre nadie va a trabajar. Entonces sí estamos trabajando concretamente en ir buscando aquellas cosas que nos relegan.

 


CL: ¿Y qué le aconsejarías a un empresario que tiene cierta inclinación a trabajar en el gremialismo empresarial y no se está decidiendo? ¿Qué situación o qué recomendación le darías?

-Yo creo que no es… porque muchos te plantean, “no, porque dejo tiempo, gasto”, yo creo que es una inversión, yo creo que es defender, así como uno defiende un precio cuando va a comprar un material para desarrollar un equipo, esto es defender los derechos que a vos te tocan, o los que deberías tener a tu criterio, en una gremial que, a continuación de los trabajos que uno hace, después derrama hacia todos los sectores. Convencimiento, es decidirse, porque realmente no le está dando nada a nadie más que a su propia realidad, y esa propia realidad desarrolla un compartir en general. Y sobre todo que tiene que entender, aquel que está por decidirse, en que es una inversión a futuro, como la misma inversión que tendría que ser al momento de ir a visitar a un cliente, o de ir a ver un futuro trabajo. A mi me parece que pasa por ahí y, evidentemente, esto también tiene que tener algo de sentimiento desde el nacimiento, o por lo menos ir trabajándolo para entender de que esto es el mejor camino para defender los derechos de tu propia empresa, y a la vez estás defendiendo los propios derechos de tu familia.

CL: Bueno Víctor, te agradecemos muchísimo tu participación en el programa y, por supuesto, te comprometemos para más adelante a volver a escucharte y a que aportes tu experiencia y tus conocimientos.

LG: En un par de programas va a venir gente de la federación joven de empresarios de la provincia de Buenos Aires, y seguramente va a ser una forma de hacer un contra punto generacional. Pero todos unidos en función de la productividad y en función de que las empresas puedan mantenerse y puedan estar cada vez mejor. Víctor, muchas gracias por tu participación.

VS: Muchas gracias a ustedes por darme la posibilidad y solamente, desde este lugarcito de la provincia de Santa Fe, poder haber animado a aquellos que escuchan y de haber podido colaborar con ustedes para ir mejorando cada día un poco más este bendito gran país, que todos queremos que sea mejor ¿no?

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