2024 aparece como un año desafiante.
El cambio climático (que algunos dicen que no existe) ha generado una sequía histórica hace un año, y en esta temporada el exceso de lluvias y temporales se está convirtiendo en una preocupante amenaza.
En las instancias de poder, nos encontramos frente a cambios de paradigmas cuyo desarrollo y consecuencias aún no podemos prever con claridad.
Una vieja costumbre recomienda “wait and see”. Sentarse a esperar. A esperar qué? Que las cosas se acomoden.
Sin embargo, muchas cosas no dependen del exterior; dependen de nosotros mismos, de nuestra iniciativa.
A continuación, algunas preguntas respecto de lo que no va a resolver ningún gobierno, sino que pertenece a nuestro ámbito de acción:
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Poder responder estas preguntas, seguramente, hará que aparezcan otras.
Lo importante es poder escribirlas, para luego pensar la respuesta a cada una de ellas.
Y también escribir esa respuesta, porque, luego, nos será más fácil identificar qué acciones debemos tomar para estar mejor, y para correr menos riesgos.
Es una gran tentación que, frente a una realidad que no podemos manejar, evitemos toda decisión. Sin embargo, no perdamos de vista de que hay una serie de variables que dependen exclusivamente de nosotros, y que, cuanto mejor y más rápido las encaremos, nos va a permitir vivir con mayor tranquilidad y felicidad.