Entrevista realizada a Guillermo Salazar en empresayfamiliaradio.com
– Un elemento que trabajás hace muchos años, es muy novedoso y tiene que ver con el uso de mitos y leyendas en la intervención sobre las empresas familiares. ¿Nos podés ampliar u poco la mirada más en general de esto?
GS-Sí, justamente partiendo de ese personaje, Hércules, hay una utilización que hacemos inconscientemente todos los seres humanos, al momento de recrear el arquetipo del héroe que, precisamente, cumple con la manera en la que nosotros contamos la historia de Hércules. Es también la manera en la que contamos la historia de Jesucristo, de Buda, Apolo, de Luke Skywalker, de James Bond. Todos los héroes tienen un recorrido, que llamamos el camino el héroe. Ese mismo esquema, que inconscientemente usamos para ponerle lógica a la secuencia de eventos, es el mismo que utilizamos cuando en nuestras empresas familiares, contamos y recontamos la historia del fundador de la empresa familiar. Es el camino del héroe, aplicado a la empresa familiar.
A fin de cuentas, una empresa familiar no es más que una historia, una historia a la que queremos darle continuidad. Cada vez que hablamos de empresa familiar hay dos elementos que aparecen: la sucesión y la continuidad. La continuidad tiene que ver con cómo hacemos que este relato siga en el futuro. Y la sucesión tiene que ver con quién se va a hacer cargo de que este relato tenga forma. Precisamente, hacia donde nos vamos dirigiendo es hacia una manera de enfilar esa visión de futuro, dándole sentido lógico a esta historia que hemos creado y que queremos que siga adelante.
Cuando nosotros contamos historias en las empresas familiares, lo que estamos en el fondo es transmitiendo valores. Al final hay una moraleja, hay un valor, hay un aprendizaje que se ejemplifica a través de estos eventos que han formado parte de la toma de decisiones de cada una de las etapas que se han vivido. Estas tomas de decisiones están fundamentadas en valores y estos son los valores que terminan dándole la identidad a la institución a la que pertenecen. Con estos cuentos y con la lógica que nosotros podemos interpretar de estos cuentos, empezamos a entender en qué punto yo conecto con esta historia. ¿Cuál es el papel que voy a jugar en la continuidad de esta historia y cuál es el rol que yo puedo interpretar? A manera de conectar los puntos, entiendo yo que, si hay un héroe que ha hecho un recorrido y ha traído un beneficio para la comunidad a la que pertenecemos, para mi empresa familiar o mi familia; hay un punto en el que yo conecto con esa historia y hay una oportunidad que puedo aprovechar para hacer mi propio recorrido también. Y convertirme yo también en un héroe, en una siguiente generación que va a tener básicamente la misma función: traer un beneficio para la comunidad o para la familia o para la empresa familiar.
Los mitos no se pueden crear de la nada, no se pueden ni crear ni destruir. Es muy complicado destruir y crear un mito, lo que pueden hacer es modificarlo. Y modificarlo muchas veces, no a conciencia, sino a la conveniencia de las situaciones en las que tu estás tratando de redirigir el rumbo que le quieres dar a la empresa familiar, en este caso. Si puedes, a conciencia, tomar los elementos de la narración que van a poder moldear muchas de las características del arquetipo. Pero el arquetipo tiene que estar ahí, el héroe tiene que existir, los elementos que acompañan al héroe tienen que existir. Y, en la medida que nosotros podamos colocar esos elementos de una manera didáctica y que la anécdota sirva, precisamente, para comprometer el nuevo mito. Que puede ser, por ejemplo, un protocolo familiar es parte del mito también. Tu puedes crear el mito de la ley y de la norma alrededor de la figura del protocolo familiar, pero darle sentido a la narración, para que eso tenga una coherencia dentro del relato y que las personas que se quieran involucrar se vean identificadas con eso. Es una manera de trabajar la inspiración y la motivación, a través de una historia que le da sentido a lo que tu le quieras dar sentido. En este caso, el protocolo familiar.
El recorrido del camino del héroe tiene 3 etapas principales. La primera, es la etapa del mundo ordinario. Es donde encontramos al héroe viviendo en un escenario en el que él no tiene ningún poder especial. Es uno más de nosotros, es alguien normal, es un mundo ordinario. Y, en algún momento, él recibe la llamada, la invitación para la aventura. Y atraviesa un umbral, en el cual comienza a vivir en un nuevo mundo mágico, que es el que le entrega poderes. Donde tiene sus aliados, donde tiene sus enemigos, donde están las pruebas que él empieza a superar. Pero hay una parte importante, que es la tercera etapa, la tercera parte de la historia, es el regreso. El héroe tiene que regresar, tiene que salir de ese mundo mágico y traer un beneficio a la comunidad a la que pertenece. Esta historia que tu estás describiendo, es un ejemplo de que es probable que el héroe se niegue a regresar. Que quizás en la parte más difícil del relato, cuando el héroe tiene que regresar, tiene que desprenderse de su propio narcisismo, para poder distribuir el elixir que trae el héroe a su comunidad. Esa es la parte más difícil del relato. Creo que muchos empresarios terminan convirtiéndose en héroes eternos, por no poner las piezas en su relato y por no saber que el mundo al que pertenecían sigue estando ahí, pero su función es traer el beneficio de ese recorrido y distribuirlo entre la comunidad en la última etapa. Entonces, con situaciones como esas, lo que tratamos es de reconstruir el relato, poner las piezas en su lugar y, quieras o no, el arquetipo funciona en el inconsciente. Cuando se hace una buena exposición de esa historia y la familia, incluyendo al propio empresario si está ahí todavía, entienden y conectan con la lógica de lo que es el funcionamiento de ese arquetipo y ahí es cuando se empiezan a mover, a nivel inconsciente, muchas de las respuestas que no han podido encontrarse a nivel consciente. Y un efecto en este tipo de situaciones que estás describiendo, puede ser que el empresario entienda al final cuál es su función como héroe y que esa actitud que tiene no tiene ningún sentido dentro de su propio relato. Y es posible que eso genere un cambio en la actitud.
Hay una familia, con la que tuve la oportunidad de trabajar, es un caso muy interesante. Eran 5 hermanos que descendían de un padre emprendedor. Un padre emprendedor que había dedicado toda su vida el trabajo con su propio emprendimiento y había descuidado por completo a la familia. Entonces, tenemos el típico caso de la figura del padre ausente del vínculo familiar. Y, obviamente, los hijos reciben la empresa, reciben el mandato del padre de hacerse cargo de esa empresa. Pero entre ellos deciden que no van a cometer el error del padre, que ellos no van a dedicarle su vida íntegramente a la empresa, sino que entre todos van a distribuir las funciones y van a tomar un tiempo para dedicarle a su familia. Tiempo después, llega la tercera generación, ellos mismos se han dado cuenta que no es que solamente no hablaban de la empresa, sino que la empresa estaba prohibida dentro de la narrativa de la siguiente generación. Con lo cual, no hay una conexión emocional de esta siguiente generación con la propiedad que ellos han heredado. Ahí es cuando me piden intervenir, para ayudarles a que la siguiente generación se interese por lo que en algún momento va a ser de ellos también. Y, precisamente, utilizando el recurso de esta narrativa, uno puede hacer consciente lo inconsciente, que es quizás lo más interesante del trabajo que uno termina haciendo con arquetipos. Esto lo decía Carl Jung, “cuando tú haces consciente lo inconsciente, aquello que tu llamabas destino se empieza a convertir en algo de lo que tu puedes tomar control”. Cuando tu empiezas a introducir los elementos que hacen que tu tomes consciencia de dónde vienes, de por qué estás aquí y que se abre una oportunidad para que tu también puedas ser un héroe en tu propia vida, que conecte con esta historia, empiezan a aparecer los intereses auténticos. De poder hacerte cargo de algo que, de otra manera, quizás hubiera sido complicado que pudieses entender, querer y conectar con eso.
Hay una autora que se llama Maureen Murdock que tiene un libro, se llama precisamente El viaje de la heroína. En el fondo todos apuntamos a lo mismo, porque estamos apuntando del arquetipo del héroe, no estamos hablando de la figura masculina. El libro de Joseph Campbell, que recorre toda la teoría que existe a través del monomito del héroe, hace la distinción también de que lo que estamos hablando es del modelo, del molde que es al final un arquetipo, es eso. Y que ese molde cabe en figuras, independientemente de la raza, la religión, el sexo o cualquier otra tendencia que tu quieras discriminar. Es un error poner esto en tela de juicio, porque es una cuestión de forma. El trabajo que hace Murdock, que antes mencionaba, tiene un espíritu muy femenino, muy enfocado en el hecho de que la mujer tiene unas cualidades específicas que aportar a una historia de estas. Pero en el fondo sigue los mismos patrones del mismo arquetipo. Así que es válido hacer el reclamo, porque el mensaje en discurso está muy orientado a la parte masculina, pero en el fondo estamos hablando de lo mismo. Héroe, heroína, puedes aplicar esto a La Mujer Maravilla, a Atenea, a Afrodita, a Cleopatra. Es el mismo molde que vas a estar utilizando.
Todo esto está basado en una figura que se llama el monomito. Eso aparece en el libro de Joseph Campbell, El héroe de las mil caras. Campbell basó su trabajo en una investigación, en la cual prácticamente abarcó más de mil historias de las diferentes culturas de todo el planeta. Yo he tenido la oportunidad de hablar de este tema, de la figura del héroe en la empresa familiar, en podcast de África, Londres, Estados Unidos, Canadá, Latinoamérica. Escribí artículos, que se han publicado a nivel internacional y todo encaja. Se acepta el modelo, se entiende y se dan cuenta de que, efectivamente, estamos hablando de exactamente lo mismo. Porque esto yace en el inconsciente, es muy complicado quizás en pocas palabras explicar el mecanismo de funcionamiento. Pero al estar en el inconsciente del colectivo, de las familias, la manera en que nosotros nos aproximamos a este modelo, son muy complicados de rebatir, porque al final forman parte de nuestra propia secuencia lógica, de tomar decisiones. El ser humano, desde que es ser humano, hace 70 mil años y que descubrió la manera de poderse comunicar a través de los relatos de los mitos, ha estado empleando exactamente la misma fórmula, esto aplica para todo.
Creo que en la medida en que podamos entender la función del mito, del relato, creo que lo importante es que tú puedas contar tu propia historia. Como hermanos en la empresa familiar siempre vamos a entender que una historia de la que podamos sacar partido tiene que ver con elementos de colaboración, de apoyo, de emprender conjuntamente. De elementos que al final tú vas a poder utilizar para darle sentido, en el cual te vas a apoyar en los beneficios de tener un hermano, una hermana o varios hermanos. Todos estos relatos tienen, al momento de contarlos, un guión que por lo general vas a encontrar valores de los cuales tu propia experiencia va a poder introducir estos elementos muy fácilmente. Porque la característica de los vínculos fraternales siempre terminan bien, por el lado positivo. Porque vamos a decir, las relaciones fraternales son bastante explosivas. Pero también son las más intensas y las más entretajidas en cuanto a relación. Entonces, cualquier historia que tu puedas contar como hermano, en la cual hagas hincapié al término unión, colaboración, trabajo conjunto, trabajo en equipo, te va a funcionar perfectamente, cualquier historia.
* Guillermo Salazar es experto en el asesoramiento de empresas familiares. Autor del libro Mitos y leyendas en la empresa familiar.