Temas de Empresa & Familia

Crisis y conflicto en la empresa familiar

 

Expectativas que no se cumplen; decisiones que no se comparten; miradas diferentes respecto del futuro, desatan conflictos entre quienes dirigen la empresa, o entre los miembros de la familia empresaria. Cómo actuar, antes de que la sangre llegue al río.

Son muchas las empresas que, pese a una inflación del 50 % anual, están facturando lo mismo a valores nominales, en pesos,  que hace un año. Otras, ni siquiera lo logran.

En muchos casos esta realidad es devastadora respecto de la rentabilidad actual, y llega a afectar, incluso, la sustentabilidad presente y futura de la empresa.

¿Qué pasa con las relaciones personales, en el marco de la crisis?

Distintos niveles de compromiso con el presente y el futuro de la empresa; diferentes actitudes frente al riesgo; miradas divergentes respecto de las causas y las consecuencias de  la realidad, desatan conflictos que, en algunos casos, incluso ponen en tela de juicio la continuidad de la empresa, y, en otros casos,  la posibilidad de seguir juntos, en una convivencia forzada de personalidades y modos de pensar diferentes.

Quiérase o no, la crisis afecta el humor y la paciencia de las personas, y, por lo tanto, todos quedan más expuestos a un choque personal que cuando las cosas fluyen normalmente.

Estos son los momentos en que la templanza y el sentido común pueden resultar la llave para evitar males mayores, y, probablemente, para encontrar la salida al laberinto.

 


¿Cómo enfrentar los conflictos?

En la compleja trama de relaciones entre familia y empresa,  los conflictos suelen tener orígenes en común, que Dennis Jaffe, autor de Trabajar con los seres queridos (El Ateneo, 1995) expone de la siguiente manera:

1.- Violación del sentido de equidad o justicia

Toda la gente crece y se desarrolla con un sentido de lo que es equitativo, de lo que debe esperarse de la familia y de la empresa. Presunciones tales como “todos los niños deben ser tratados con equidad” son artículos de fe, pero frecuentemente se los interpreta con criterios diferentes. Sin embargo, un trato igual, especialmente en la esfera de los negocios, se convierte en un problema debido a la diversidad de aptitudes, actividades y circunstancias existentes.

El autor sostiene que “lo que es justo y equitativo depende del trato que uno recibe cuando se siente lastimado”.

 

 

2.- Falta de reconocimiento

Explica Jaffe que este problema surge en una empresa familiar cuando una persona siente que su aporte, su capacidad o su talento pasan inadvertidos para los demás, especialmente los padres, que pueden criticar o ignorar sus logros.

3.- Sentimiento de impotencia

Este sentimiento, estrechamente relacionado con la sensación de no ser apreciado, surge cuando la persona siente que no tiene ninguna repercusión sobre los otros miembros de la familia, quienes no escuchan, o no tienen en cuenta, sus consejos, sus ideas y opiniones.

4.- Confusión de los roles empresariales y familiares

Los miembros de la familia hablan unos con otros sin tener plena conciencia del rol que representan, y generan, por lo tanto, una confusión entre los cargos y funciones empresariales y el papel que a cada cual le toca jugar en el ámbito familiar. 


Planificar para evitar y resolver conflictos

 


Planificar consiste en diseñar el futuro deseado y los caminos efectivos para lograrlo, tal como sostiene Herny Mintzberg, en “Ascenso y caída de la planificación estratégica”, The Free Press, NY, 1994.

La planificación es un proceso, es decir, un conjunto de acontecimientos articulados entre sí, que ocurren a lo largo de un tiempo determinado. No es un evento que sucede en un momento único; se parece más a una película que a una fotografía.

El proceso de planificación comprende:

  • Identificación del área donde se ha de planificar (planificación estratégica, planificación financiera, planificación urbanística, planificación escolar, planificación sucesoria, etc).
  • Diagnóstico de la realidad actual en esa área.
  • Identificación y análisis de las causas que llevan a la realidad en análisis.
  • Prospección, o sea, descripción de escenarios futuros, y su probabilidad de ocurrencia.
  • Análisis de las consecuencias de la conformación de esos escenarios futuros.
  • Identificación de los caminos para modificar la realidad, en el sentido deseado.
  • Implementación de las medidas seleccionadas.
  • Control de los resultados, y, cuando ello es posible, adaptación del plan a la realidad observada.

La planificación puede ser un método muy útil para prevenir y resolver conflictos.

En particular, cuando esos conflictos tienen su origen en una realidad económico-social que no podemos modificar en forma individual.

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>>> Para profundizar en el tema ver La planificación sucesoria en la prevención y resolución de conflictos en  empresa y familia, capítulo de Leonardo Glikin en “Negociación, Mediación y Arbitraje en la empresa familiar”, dirigido por Eduardo Favier Dubois, colección IADEF, editorial Ad-hoc, 2012. 

 

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El papel del consultor en la empresa familiar

por Fundación Nexia, gentileza de www.grandespymes.com.ar

 

Para ser efectivos, los consultores deben ser capaces de ofrecer un juicio independiente sobre qué es lo mejor para la empresa familiar.

Probablemente existan tantas razones para contratar a un consultor como propietarios de Empresas Familiares. Las más habituales son: el desarrollo de un plan de sucesión, el diseño de estructuras de gobierno, la gestión de conflictos entre miembros de la familia, o simplemente la formación de los familiares para el buen desempeño de sus respectivas funciones.

La familia empresaria que desee un consultor de empresa familiar que le asesore, primero debe cuestionar un prejuicio que es muy habitual, y es aquel que otorga al consultor el papel de salvador, alguien que va a arreglar “todo” lo que no funciona en la familia empresaria.

Efectivamente, algunas de las razones que llevan a las empresas familiares a contratar los servicios de consultores están, a menudo, más allá de sus conocimientos. Por este motivo, se recomienda que luego de la primera reunión con un consultor, Ud. pueda formularse preguntas como: ¿Por qué quiero contratar a un consultor? ¿Cuál es mi visión de lo que el consultor debe hacer por mí, y qué es lo que debe hacer por la Empresa Familiar? ¿Qué esperamos yo y otros miembros de mi familia sobre este consultor? ¿Estoy, inconscientemente, guardando algún tipo de información o haciendo alguna otra cosa para sabotear el proceso?

Las respuestas a estas preguntas pueden proporcionarle útiles herramientas para descubrir algunas de sus esperanzas ocultas.

 

 

¿Qué se espera de un consultor?

El consultor puede participar en los cambios tanto como la partera en un parto: les guste o no, son los clientes quienes tienen que dar a luz al bebé. Creer lo contrario es abonar el terreno para una buena decepción. De hecho, nada va a cambiar hasta que la familia empresaria se responsabilice personalmente del proceso.

Un segundo tipo de clientes esperan que el consultor juegue el papel del amigo tranquilizador, que más que pensar por sí mismo, aporta grandes dosis del siempre tranquilizador “todo va bien”, confirmándoles que han sido buenos padres, que sus hijos son realmente competentes para tomar el mando de la empresa, y que al final, todo saldrá bien. El consultor a quien no gusten las confrontaciones puede fácilmente asumir un papel pasivo y dejarse llevar por la inercia del proceso. Después de todo, a nadie le gusta ser mensajero de noticias tipo: “lo siento, pero su hijo simplemente no tiene lo que hace falta para liderar esta empresa”, o, “dado que sus hijos se han estado peleando desde los dos años, sería ingenuo por su parte organizar la dirección de la empresa como un equipo de hermanos”.

Pero tarde o temprano, el propietario que intenta negar su realidad deberá enfrentarse a la realidad: el sucesor fracasa, la empresa está al borde de la quiebra, el directivo no familiar más competente, totalmente frustrado, se despide… y al final, resulta que el amigo tranquilizador más que un amigo ha sido un conspirador en la incubación de la crisis.

 

 

En tercer lugar están los que contratan a un consultor para que sea el guardián de sus secretos. En estos casos, lo típico es que en la familia haya muchos conflictos encubiertos que ningún miembro quiere sacar a la luz por miedo a que todo se descomponga. Al consultor se le pide la misión imposible de intentar propiciar algún cambio sin destapar ninguno de los temas que la familia se ha negado a afrontar durante años.

Considere, por ejemplo, el caso de dos hermanos que han trabajado juntos durante veinticinco años. Aunque ciertamente cordiales en sociedad, cuando se encuentran a solas con el consultor ambos confiesan su resentimiento y falta de confianza en el otro. En privado, cada uno expresa sus sospechas sobre las intenciones del otro, y critica ácidamente a sus hijos y esposa. A ambos hermanos les gustaría cambiar el punto de vista del otro sin revelar abiertamente sus verdaderos sentimientos. En este caso, el consultor se convierte en el confidente de ambos socios y está al tanto de sus más íntimos pensamientos y sentimientos, situación que puede ser altamente seductora para consultores con deseos de inclusión y de poder insatisfechos.

El consultor experimentado, no obstante, se dará cuenta de que está siendo utilizado e intentará persuadir al cliente y a su familia de que trabajen con él para superar sus resistencias.

 

 

Finalmente hay quien contrata a un consultor para que sea su embajador frente al resto de la familia o su aliado contra ellos. Estas son personas que necesitan una autoridad exterior que defienda su caso, que legitime sus opiniones frente a los demás, o que incluso tome las armas contra quienes mantienen puntos de vista opuestos.

Como en el caso de aquéllos que buscan ser tranquilizados, puede que estos clientes no estén de acuerdo con el consultor cuando en una entrevista inicial les diga: “Aunque sea usted quien paga la factura, no voy a estar necesariamente de acuerdo con todo lo que usted diga”.

La confianza sobre el proceso de la consulta en general, aumenta cuando el resto de la familia se da cuenta de que el consultor no está “a favor” de nadie en particular

Para ser efectivos, los consultores deben ser capaces de ofrecer un juicio independiente sobre qué es lo mejor para la empresa familiar. La confianza sobre el proceso de la consulta en general, aumenta cuando el resto de la familia se da cuenta de que el consultor no está “a favor” de nadie en particular, sino que está para velar por el bien de la empresa y el de la familia. Como en el caso del fundador que se niega a planificar su sucesión, los intereses del que firma los cheques no van necesariamente en la línea de lo que es mejor para el sistema globalmente considerado. Si se siente profundamente decepcionado la primera vez que en una reunión el consultor esté en desacuerdo con usted, puede que no sea usted totalmente consciente de los intereses ocultos que lo llevaron a contratarle.

 

 

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Empresas Familiares en la Universidad Torcuato di Tella

 

El 19 de marzo, a las 19 hs, presentaremos en el Di Tella Open, nuestro Programa Abierto de Empresas Familiares. La cita es en Av. Figueroa Alcorta 73350, CABA

 El Di Tella Open es un programa semestral que organiza la Universidad Torcuato Di Tella, abierto al público, con entrada libre y gratuita (previa inscripción) donde los titulares de los diversos programas abiertos de la Universidad presentan sus contenidos.

En nuestro caso, tenemos a cargo el Programa de Empresas Familiares, que se desarrollará a lo largo de 24 horas, los días lunes, desde el 22 de abril.  

Consideramos que toda empresa de familia afronta, tarde o temprano, dos desafíos que definen su supervivencia: el crecimiento y el traspaso generacional.

Esos desafíos plantean preguntas que se deben responder: cuál es el lugar de cada uno, cuáles son las metas compartidas y cómo compatibilizar las distintas expectativas, capacidades y actitudes frente al compromiso y al poder.

Si no se encuentran las respuestas adecuadas a esas preguntas, pueden convertirse en conflictos capaces de arrasar con las relaciones familiares y paralizar a la empresa. Para evitar tales consecuencias,  es necesario comprender cuáles son las amenazas a prevenir y resolver, y cuáles son las mejores prácticas a incorporar.

A través de este programa se podrán identificar las claves, analizar experiencias reales y conocer las estrategias para aportar al éxito de la empresa y a la felicidad familiar.

Audiencia

El programa está dirigido a fundadores y sus cónyuges, a integrantes de segunda y tercera generación  de la empresa de familia, así como a gerentes, asesores  y consultores interesados en aportar valor en los procesos de crecimiento y continuidad.

Objetivos:

  • Identificar los elementos distintivos de las empresas de familia y de las familias empresarias.
  • Conocer las distintas etapas de la empresa de familia, a fin de hacer los aportes organizativos propios de cada etapa.
  • Formular un modelo sustentable de consolidación y traspaso generacional
  • Nutrirse de las mejores prácticas de otras empresas
  • Comprender el marco legal, para poder utilizar los instrumentos más adecuados. 


Programa de Estudios
 

 

Módulo 1: EMPRESA Y FAMILIA, MODELO PARA ARMAR

El modelo de los tres conjuntos: familia, gestión empresarial y propiedad.

Tipos de empresas de familia y su viabilidad presente y futura. El Grupo empresario-familiar.

Etapas de desarrollo generacional: el fundador, coexistencia con segunda generación, sociedad de hermanos, consorcio de primos.

Planificación del traspaso generacional en la empresa de familia y en la familia empresaria. 

 

Módulo 2: EL SALTO DEL DUEÑO

Qué significa profesionalizar una empresa de familia.

El proceso, paso a paso.

Barreras y resistencias, y cómo superarlas.

Las dimensiones de la Estrategia, las Personas, los Procesos y la Información.

 

Módulo 3: HERMANOS Y HERMANAS EN LA EMPRESA DE FAMILIA

Aspectos psicológicos y sociológicos involucrados.

El orden de los nacimientos, y su impacto en la empresa

Herederos y sucesores en la empresa de familia

Herman@ que dirige, que acompaña, que se opone, que está ausente.

Hermanos y hermanas…políticos. 

 

Módulo 4: TRABAJAR EN (Y CON) LA EMPRESA DE FAMILIA

Pautas para el ingreso, la permanencia y el egreso de miembros de la familia

Las pasantías en la empresa.

El plan de carrera. Las pautas de retribución

La responsabilidad social familiar: soluciones para un familiar desocupado.

Los otros roles de los familiares: consultores externos, proveedores, etc..

 

Módulo 5: DIRIGIR Y GERENCIAR

Conceptos de gobernancia, dirección y gerenciamiento.

Mecanismos de control

El organigrama y las descripciones de funciones, objetivos y responsabilidades

Gerentes y directores no familiares.

Directorio, Comité de Dirección y Consejo de Familia. 

 

Módulo 6: INSTRUMENTOS PARA EL ENCUADRE LEGAL

Los acuerdos societarios para la consolidación y la continuidad: su valor legal.

El protocolo empresario-familiar: ¿cuándo, cómo, para qué?

El convenio de continuidad empresaria

Fideicomisos de protección empresaria y familiar

La sindicación de acciones

Otros pactos societarios

 

Módulo 7: PREVENIR Y RESOLVER CONFLICTOS

Los conflictos: sus orígenes y desencadenantes

Los temas clave: la retribución, el plan de carrera, la toma de decisiones, las incumbencias, el manejo del dinero.

Mecanismos de prevención y resolución

La Planificación como método para evitar conflictos

 

Módulo 8: EL ARTE DE DEJAR LA EMPRESA SIN DEJAR LA VIDA

¿Es posible retirarse de la empresa de familia?

La definición del retiro a medida de cada uno, y cómo lograrlo.

Valuar la empresa: el valor consensuado, la valuación activa. Aplicaciones.

Vender la empresa o la participación societaria.

La donación y otros modos de transferir la propiedad.  

 

Metodología

Exposición con referencia constante a casos prácticos, y taller dinámico para el debate de situaciones propuestas por los participantes, a fin de aplicar los conocimientos teóricos y encontrar soluciones útiles.  

 

 

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