La continuidad de la empresa familiar no es sólo consecuencia de los buenos negocios, sino producto de una mística que une a la familia, alrededor de valores compartidos y una visión de trascendencia.
Toda empresa tiene un fin de lucro, pero muchas no se detienen ahí, sino que buscan otra clase de beneficios para sus propietarios, para su personal, para sus clientes y para la comunidad.
Esos beneficios son los que distinguen a una empresa de una mera inversión que da simplemente un resultado económico: hay un “para qué” y un “cómo” que distinguen a la empresa por su ética y por la huella positiva que se propone dejar en el mundo. A su vez, pensar y ejecutar acciones más allá de la finalidad de lucro, posicionan a la empresa de una manera diferente en su mercado y en la sociedad, y brindan una inspiradora razón de pertenencia a su entorno más próximo de familiares y trabajadores.
Sin embargo, aun no hay plena conciencia de la importancia de esas acciones que van más allá del lucro. Como dicen Porter y Kramer, en Harvard Business Review para América Latina “una parte importante del problema reside en las propias empresas, que continúan atrapadas en miradas desactualizadas respecto de la creación de valor. Lo siguen viendo de una manera estrecha, optimizando las ganancias financieras del corto plazo, e ignoran las más amplias influencias que determinarán el éxito futuro”.
¿Qué es la responsabilidad social empresarial?
El World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) la ha definido en 2003 como “el compromiso empresarial para contribuir al desarrollo sustentable con los empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad, para mejorar su calidad de vida”.
A su vez, la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial en México (AliaRSE) del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) define la responsabilidad social empresarial como “el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la empresa, tanto en lo interno, como en lo externo, considerando las expectativas económicas, sociales y ambientales de todos sus participantes, demostrando respeto por la gente, los valores éticos, la comunidad y el medio ambiente, contribuyendo así a la construcción del bien común”
Pautas para la Responsabilidad Social Empresarial: los ESG y las ODs
La ONU ha desarrollado mediciones para impulsar la Responsabilidad Social Empresarial, bajo el nombre de “Environmental, Social and Corporate Governance”, o sea, Gobernanza del Medio Ambiente, Social y Corporativa, que se utilizó públicamente por primera vez en un informe de Naciones Unidas del año 2004, titulado “A quien le importa, gana”.
ESG ambiental engloba el cuidado y la conservación del entorno natural y el medio ambiente. En este caso, las empresas se comprometen a tener presente cómo afecta su toma de decisiones y acciones sobre el medio ambiente, ya sea en forma directa o indirecta.
ESG social se refiere a la gestión de la empresa hacia las personas que se puedan ver afectadas por su actividad. O sea, implica a lo que en inglés se denominan “stakeholders”: empleados, proveedores o comunidades que tienen un vínculo con la empresa. En este punto, valores tales como la diversidad y la inclusión, el respeto por los derechos humanos, los cuidados sanitarios o la igualdad son principios que tienen enorme repercusión en las actividades de las empresas.
ESG de gobernanza: abarca las políticas internas, la retribución de los directivos de la compañía, la estructuración de los controles internos, para que respondan a criterios de transparencia y ética empresarial.
A través del cumplimiento de los principios ESG ambientales, sociales y de gobernanza, las empresas pueden ser consideradas responsables, y esto no tiene sólo un impacto moral, sino que reviste importantes consecuencias prácticas, ya que numerosas entidades financieras y fondos de inversión sólo interactúan con empresas que cumplen los criterios ESG..
A su vez, los criterios ESG se han convertido en Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), que la ONU ha establecido para el período 2018/2030.
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La responsabilidad familiar empresarial (RFE)
En las empresas familiares existe otro campo que es necesario atender, y al que podríamos resumir en el concepto de “la solidaridad empieza por casa”.
Lo llamamos la responsabilidad familiar empresarial (RFE), y abarca el conjunto de estrategias, acciones e inversiones de la empresa que tienen por finalidad proveer a necesidades y expectativas de los integrantes de la familia, sin un beneficio económico directo para la empresa.
¿En qué consiste? Fundamentalmente en concebir acciones que posibiliten la protección y el crecimiento personal de los miembros de la familia empresaria, sea que trabajen o no en la empresa familiar.
Estas acciones pueden estar pensadas en función de la generación que actualmente tiene el poder en la empresa familiar, o los miembros mayores, o los integrantes de nuevas generaciones.
Entre las acciones que favorecen a los miembros de la generación actual se incluyen:
- Pautas de protección para el caso de incapacidad transitoria o permanente.
- Seguro de vida, que cubra las necesidades del grupo familiar, en especial mientras los hijos son menores de edad.
- Plan de retiro especial, como un plus a las prestaciones que corresponden de acuerdo al sistema jubilatorio.
En favor de los miembros de las generaciones mayores se puede pensar en:
- Formulación de actividades de participación e integración en el marco de una longevidad activa
- Protección y cuidados en la vejez.
- Actividades para el uso del tiempo libre.
Para los integrantes de las futuras generaciones se prevén, entre otras, las siguientes medidas:
- Becas
- Premios por rendimiento en ámbitos educativos
- Organización de pasantías para miembros de la familia en otras empresas.
Sean integrantes de la actual o de futuras generaciones, los miembros de la familia pueden beneficiarse de acciones de RFE tales como:
- Reglamento para el desarrollo de nuevos negocios, facilitados por la empresa familiar.
- Préstamos en condiciones especiales
- Auspicio en actividades deportivas o artísticas de miembros de la familia.
Beneficios de la RSE y la RFE para la continuidad empresarial
Al permitir pensar en objetivos compartidos por los miembros de la familia empresaria, más allá del beneficio propio, las instancias de RSE y RFE permiten estimular el sentido de pertenencia y el compromiso por parte de los miembros de la familia empresaria, lo que ayuda a la cohesión, el conocimiento y la comprensión mutua.
Cuanto más exitosa es la empresa, más necesario resulta darle un nuevo sentido a la unidad y la interacción familiar.